Antonio ‘El Pipa’: “No concibo mi vida sin el baile, no sería yo”
El bailaor jerezano participa en una charla coloquio en el IES Santa Isabel de Hungría dentro de los actos por el Día del Flamenco
Programación de Santa Cecilia 2025, una apuesta por el talento joven y la formación musical en Jerez
La conmemoración del Día del Flamenco en Andalucía, enclavado en el calendario desde que la UNESCO declaró en 2010 al arte jondo Patrimonio de la Humanidad, ha convertido los días previos al mismo en una cascada de actividades y actos en los centros educativos. De esta forma, estos últimos días son muchos los colegios e institutos que preparan con mimo actividades relacionadas con el flamenco, a veces de manera propia y en otras ocasiones recurriendo a los artistas, sin duda, los auténticos transmisores de esta música.
El IES Santa Isabel de Hungría es uno de los que viene organizando año tras año un programa concreto para esta fecha. En este curso se han puesto en práctica los denominados recreos musicales, recitales didácticos y estaba prevista para ayer una gymkhana intercentros en la Plaza Belén (con la participación de alumnos del instituto y los colegios Luis Vives y Miguel de Cervantes), que debido a la lluvia no pudo llevarse a cabo.
Sí que pudo celebrarse una interesante charla-coloquio entre el alumnado de Bachillerato y el bailaor Antonio ‘El Pipa’, representante del barrio de Santiago, un barrio en cuya recuperación está inmerso el instituto junto a la Asociación Unidos por Santiago.
Moderado por el profesor del centro e investigador Julio de Vega, el alumnado pudo recorrer de principio a fin la carrera profesional del bailaor jerezano Antonio Fernández Ríos ‘Antonio El Pipa’.
El artista no ocultó la satisfacción que supone “haber nacido en Santiago y venir de familia gitana, eso es un regalo”, y poco a poco y a través de imágenes y vídeos proyectados en el salón de actos del centro, fue realizando un recorrido por su amplia trayectoria.
Así, repasaron sus inicios con maestros como Fernando Belmonte y Paco del Río, que lo introdujeron en el ballet clásico, para posteriormente hablar de su periplo en Sevilla con Manolo Marín, Manolete, “que era uno de mis ídolos”, Cristina Hoyos, Matilde Coral o Rafael El Negro, “con el que también coincidí muchas veces”.
Antonio ensalzó la figura de Manuel Morao y aquellas giras de su compañía por “Broadway en Nueva York, París o Madrid, yo empecé ahí y tanto a mí como otros muchos artistas, Manuel Morao nos ha ayudado mucho”.
Se declaró fiel seguidor de “las dos bailaoras gitanas que han marcado eras, Carmen Amaya y Manuela Carrasco”, y recordó con cariño aquel 16 de febrero de 1997 “cuando debuté con mi compañía en el Lope de Vega de Sevilla”.
“Los éxitos como compañía son para ti, pero también lo son los problemas”, explicó a un alumnado muy atento.
Repasó algunos de los teatros en los que ha bailado, sus múltiples espectáculos y recordó con orgullo su etapa con la maestra Alicia Alonso en el Ballet Nacional de Cuba, una experiencia “que me ha marcado y que guardo con cariño”.
La última parte la dedicó a interactuar con los estudiantes, que preguntaron todo tipo de cuestiones de su vida artística, una vida, la suya, “que no concebiría sin bailar, el baile es el que me da la vida”.
Temas relacionados
1 Comentario