Un hombre que responde a las iniciales de J.J.P.S. ha sido enjuiciado en el Juzgado de lo Penal 1 de la ciudad por un delito de robo en casa habitada, un robo que quedó frustrado por la llamada a la policía que hizo uno de los ocupantes del domicilio al que presuntamente trataba de entrar.

La explicación que dio el encausado, un viejo conocido de la Policía, no fue otra que la siguiente: simplemente entró para echarse a dormir en el porche de la vivienda, ubicada en una zona residencial. Eran las tres de la mañana cuando fue sorprendido. De hecho, fue encontrado en las inmediaciones del domicilio muy cerca de donde estaba aparcado el coche y con un destornillador que se le incautó por parte de la Policía en un cacheo superficial.

Los agentes que testificaron en la sala de vistas señalaron que cuando lo encontraron empezó a insultarles, así como que tenía lesiones y que iba a decir que era la Policía las que se las había causado, "aunque no opuso resistencia alguna", indicó uno de los efectivos que realizaron el atestado. Por aquel entonces el coche ya presentaba daños, aunque no se puede asegurar que fue él el que se los provocara. No pudieron asegurar siquiera que en esos momentos se encontraba drogado.

La fiscal lo acusa de un robo en casa habitada en tentativa, un delito que acarrea una pena más grave que un robo con fuerza. El inculpado hubiera entrado al jardín de la casa repechando un perímetro vallado que está a casi tres metros de altura. Califica la explicación aportada por el encausado como "incoherente", algo que lo dice todo.

La defensa, por su parte, solicita la absolución de su representado ya que no considera probados los hechos, ni el supuesto robo porque no se aseguró la que puerta estuviera cerrada y por tanto, que el acusado pudiera acceder a la vivienda sin impedimiento alguno. Tampoco ve probados los insultos a los agentes. En caso de condena solicita que ingrese en un centro especializado para curarse de su adicción, ya que la prisión sería lo peor para él.