Las Claves
Pilar Cernuda
Se desborda, con razón, la ira de los valencianos
Bodegas
El Marco de Jerez se quita un gran peso de encima y da un paso de gigante para afrontar los retos futuros y la recuperación tras la pandemia, cuyo impacto en el sector ha sido decisivo para la reconciliación. Las organizaciones sectoriales representadas en el Consejo Regulador enterraron ayer el hacha de guerra con la firma de un acuerdo con el que recuperan la unidad de acción tras un periodo marcado por la crispación y el enfrentamiento.
El acuerdo suscrito por la patronal bodeguera Fedejerez, la Asociación de Bodegas de Sanlúcar, las cooperativas del Marco y los viñistas independientes de Asevi-Asaja, con el Consejo Regulador como testigo, devuelve la paz al sector y desbloquea la revisión de los pliegos de condiciones de las Denominaciones de Origen Jerez-Xéres-Sherry y Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda.
En concreto, resuelve cuestiones históricas y otras más recientes que se habían enquistado tras más de una década de debate, caso de la coexistencia de la crianza de fino y manzanilla en Sanlúcar o la división entre la Zona de Crianza y Producción, ambas cuestionadas por Bruselas a raíz de la solicitud de autorización para la elaboración de vinos de Jerez sin fortificar.
El acuerdo consagra la unificación de la Zona de Producción y Crianza ya aprobada por el pleno con anterioridad, reivindicación de las cooperativas que abre la puerta a la crianza y expedición de vinos amparados por la DO en bodegas inscritas de todas las localidades del Marco de Jerez (Trebujena, Chipiona...) y no sólo en el hasta ahora denominado triángulo de crianza formado por Jerez, El Puerto y Sanlúcar. Las bodegas de Chiclana dispondrán de cinco años de plazo para adaptarse a la nueva situación y abandonar la comercialización de sus vinos en Bag in Box.
Del mismo modo, las organizaciones acuerdan el cese de la crianza de fino en Sanlúcar, para lo que se establece un periodo transitorio hasta el 31 de diciembre de 2030 durante el que no se podrán ampliar existencias, pero sí trasladarlas a otras localidades. La totalidad de los vinos de crianza biológica de Sanlúcar quedarán así amparados exclusivamente por la DO Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda, dejando sin efecto el acuerdo de pleno, respaldado por Fedejerez y las cooperativas, en respuesta a las observaciones de la Comisión Europea que defendía que entre el fino y la manzanilla no existen diferencias.
En compensación, el acuerdo dota de mayor autonomía e impulsa la singularidad de la manzanilla, como solicitaban las Bodegas de Sanlúcar, con la creación de una Comisión específica para este vino y una partida propia de promoción dentro de los presupuestos del Consejo. La nueva Comisión de la Manzanilla, que requiere la modificación del Reglamento de funcionamiento del Consejo Regulador, dispondrá de una mayor competencia en el ámbito de su propia regulación y sus decisiones serán vinculantes, aunque los temas a debatir requieren la aprobación previa del pleno de la institución jerezana del vino.
Las partes acuerdan desarrollar una regulación específica de determinadas formas de comercialización tradicionales en el Marco y que forman parte de la oferta enoturística de nuestras Denominaciones, como son las ventas directas en los despachos de las bodegas y el suministro a tabernas y tabancos. En este apartado, las organizaciones avalan el uso de envases como el Bag in Box o Keykeg para el transporte del vino en sustitución de la garrafa de cristal o damajuana y sólo dentro del Marco de Jerez (no se permite, por ejemplo en Sevilla o Madrid”. Serán envases con capacidad de 15 y 20 litros desechables y no decorabais, que incorporarán un cartel indicando la prohibición de su venta y no podrán estar a la vista del público. En los despachos de vino, además del producto preenvasado, se autorizará la venta al consumidor final en envases de pet homologados de 2 y 5 litros, prohibiéndose igualmente su reventa.
En última instancia, el acuerdo incluye la puesta en marcha de una Comisión Específica del Viñedo, que será la responsable de estudiar y proponer al Pleno las políticas relativas a la producción. Con ello se pretende poner también el foco en el ámbito vitícola de las denominaciones de origen del Marco, dar más peso a la viña que afronta no pocos retos, pero en la que también se identifican oportunidades importantes.
El acuerdo expresa la voluntad de las organizaciones de avanzar en la actualización de los pliegos de condiciones y afianzar la unidad de acción sectorial para impulsar las denominaciones de origen hacia el futuro. “Supone una importante inyección de optimismo para un sector que debe centrar sus esfuerzos a partir de ahora en los auténticos retos de futuro, una vez que se vislumbra ya el fin de la pandemia”, indica el Consejo Regulador en un comunicado, en el que se presidente, César Saldaña, destaca el alto nivel de responsabilidad demostrado por las organizacionessectoriales, “cuya generosidad y visión de futuro han posibilitado un acuerdo que garantiza la unidad de acción sectorial”.
Según Saldaña, “a pesar de la enorme heterogeneidad que define al sector de los vinos y vinagres del Marco, en el que confluyen no sólo distintos subsectores sino también empresas de diferentes tamaños y enfoques de negocio, las organizaciones coinciden en la necesidad de un alineamiento de todos los intereses en liza, para materializar la ansiada recuperación tras la pandemia y poder afrontar con garantías los retos que nos plantea el futuro”.
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