La crisis arrastra al brandy a una caída del 6% en su salida a la venta

La omnipresente crisis arrastró el año pasado a las salidas de bodega del brandy de Jerez a una caída del 5,9%, una "mala noticia" a los ojos de los responsables del Consejo Regulador de la bebida espirituosa jerezana, que sin embargo quitaron hierro ayer al asunto al considerar que, en el contexto de la actual coyuntura económica, lo malo pasa a ser "relativamente negativo".

En estos términos lo expresó ayer el presidente del Consejo Regulador, Evaristo Babé, quien echó cuenta de la evolución de otras bebidas espirituosas, en líneas generales con caídas bastante más pronunciadas -el whisky perdió un 10,8%; la ginebra, un 11%; los licores, el 16,7%; el vodka, 6,4%; y el ron, 4,8%- , para significar que, dentro de lo negativo, el brandy logró escapar airoso de las temidas garras de la crisis.

Matices al margen, Babé no ocultó su preocupación por la situación general y por las consecuencias que puedan derivarse en el consumo privado en España y en los principales mercados exteriores de destino, tanto por el aumento del desempleo y la pérdida de poder adquisitivo entre los españoles que se identifican con el perfil del consumidor mayoritario de brandy, como por la caída más pronunciada en la categoría del Solera Gran Reserva, que afecta en mayor medida a las exportaciones.

En cifras absolutas, prosiguió Babé en la rueda de prensa de presentación de los resultados ya consolidados, las salidas totales al mercado en 2008 alcanzaron los 64,2 millones de botellas, de las que 36 millones -el 56%- se destinaron al mercado nacional, mientras que los mercados exteriores absorbieron los 28,2 millones restantes.

La comparativa con el año 2007, en el que las bodegas pusieron en el mercado 68,3 millones de botellas, refleja una caída del 6,9% en las salidas a España frente al 4,6 de las exportaciones, si bien el presidente del brandy subrayó que, en el mercado nacional, las bebidas espirituosas registraron en su conjunto un descenso del 11,2% .

El menor impacto de la crisis en las exportaciones se explica por el aumento de la demanda en Filipinas, el principal mercado de destino del brandy de Jerez con un volumen de más de diez millones de botellas y que experimentó un crecimiento del 12% tras los cambios en la política fiscal que desde 2005 discriminaba la entrada del espirituoso jerezano.

La recuperación del mercado filipino se tradujo, según explicó el secretario del Consejo del brandy, Ricardo Rebuelta, en un aumento del 4% en Asia-Oceanía, al que se destinaron 11,4 millones de botellas y que vino a compensar la caída generalizada en el resto de continentes, que por volumen de salidas, lidera Europa, con 7 millones de botellas y un 10% menos que el año anterior-; África, 4,9 millones y 9% menos; América, 4 millones y 11% de descenso; y zonas francas, 0,7 millones y un 14% menos.

Junto a Filipinas, Nigeria y Gran Bretaña fueron los únicos países con una evolución positiva de las salidas, en el primero de los casos del 86% para un global de casi 2,3 millones de botellas; en el segundo, del 16% y casi un millón de botellas. En el extremo opuesto ocupa lugar destacado el descenso registrado en Guinea Ecuatorial, destino para el que salieron 2,4 millones de botellas, que suponen una caída del 40%, según explicó Babé, motivado por las reticencias del principal comprador tras el incremento de costes del espirituoso jerezano.

Por tipos de brandy, el reparto de las salidas de bodegas en 2008 se desglosa en un 80% para el Solera, un 16% para el Solera Reserva y un 4% para el Gran Reserva, en línea con los resultados registrados en años anteriores.

Desde una perspectiva temporal más amplia, en concreto la de los últimos diez años, ejercicio al que el Consejo del brandy suele recurrir para evitar una visión distorsionada de la realidad por cuestiones coyunturales como la crisis, la tendencia a la baja se mantiene, aunque mucho más moderada que en la evolución anual.

Pese a todo, tanto Babé como Rebuelta significaron que el brandy de Jerez sigue siendo la principal bebida espirituosa de España, tanto desde el punto de vista de la producción como de la comercialización, puesto que representa más de un tercio de todas las que se elaboran en el país y acapara la mitad de las exportaciones.