Programación Guía completa del Gran Premio de Motociclismo en Jerez

Educación

Un médico jerezano, premiado en Madrid por un estudio sobre reacciones alérgicas graves

  • El XII Congreso Internacional de Expertos en Salud Escolar y Universitaria ha reconocido el trabajo de Nicolás Montoya sobre la anafilaxia 

El autoinyector, elemento indispensable para casos de anafilaxia.

El autoinyector, elemento indispensable para casos de anafilaxia.

Este pasado mes de noviembre se ha celebrado en Madrid el XII Congreso Internacional de Expertos en Salud Escolar y Universitaria. El evento ha contado con más de cien profesionales de todos los continentes y se han presentado más de 200 trabajos referentes a la implantación de la salud y la prevención en todos los ámbitos educativos. En el mismo, el médico escolar, Nicolas Montoya, ha presentado un trabajo de investigación sobre la utilización de medicamentos en los centros escolares que ha sido galardonado con el premio al mejor en el apartado de investigación.

Dicho estudio se ha centrado en el uso del medicamento “adrenalina” para la emergencia en el que la anafilaxia puede conllevar el cierre de la glotis y en consecuencia un ahogamiento y parada cardíaca.

La anafilaxia es una reacción alérgica grave que puede producirse en los niños que son alérgicos a determinados alimentos por tomar algunos como la leche, el huevo, el pescado y frutos secos. También los alérgicos a las picaduras de avispas y abejas y a los antibióticos.

En ese acto preventivo pueden estar implicados todos los agentes humanos de los centros escolares y universitarios y, por consiguiente, su formación y buenas prácticas son esenciales para que la emergencia sea subsanada convenientemente.

Seguimiento a 36 centros de Jerez

Durante los tres últimos cursos escolares se ha realizado un seguimiento a 36 centros de la zona educativa de Jerez, tanto de Infantil, Primaria y Secundaria. En los mismos se han realizado una serie de talleres formativos a profesorado, personal no docente y de administración y alumnado con el objetivo de perder el miedo al uso del medicamento, cuya indicación es prioritaria ante una alergia complicada que cierre las vías respiratorias.

Es importante señalar que el personal que trabaja en el medio escolar es el primer contacto con el niño en una situación de anafilaxia por lo que debe tener buenos conceptos sobre primeros auxilios, y saber actuar de manera protocolizada administrando la adrenalina o saber en qué momento pedir ayuda a emergencias. El 90% de los docentes y demás personal de los centros educativos no había sido capacitado nunca sobre esta actuación. Es por ello que, dentro de los planes de promoción de la salud de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, se introducen estos programas dirigidos a dotar de conocimientos y de praxias correctas para la administración del medicamento en caso de ser necesario su uso.

Entre los objetivos del estudio, estaban los de determinar la respuesta de los docentes y demás personal de los centros educativos sobre la administración de adrenalina en caso de anafilaxia, diferenciando entre centros que reciben formación preventiva previa y los que no y, además, promocionar la capacitación en praxis y competencias básicas en el manejo de la situación de anafilaxia en el ámbito escolar.

Para ello, se incluyeron todos los centros de Primaria y Secundaria que tenían censado alumnado crónico con alergia alimentaria, al látex y/o a insectos. En total, han seguido el estudio un total de 36 centros, de los que en 26 se llevaron a cabo talleres de formación y praxis sobre la anafilaxia y la administración de adrenalina autoinyectada. En diez centros no se realizó dicha formación pero se incluyeron en el estudio para dotar de dos grupos diferenciados comparando los centros en los que se realizó y los que no se llevó a cabo la formación, y poder hacer la cuantificación de los casos en los que, durante estos dos cursos escolares, hubo que usar la adrenalina por algún agente escolar o los propios alumnos, analizando las variables cualitativas sobre agente, tipo de centro y el agente administrador, ya fuese el alumno, un docente, un personal no docente o la propia familia, en función de frecuencias, medianas y procesamiento de datos que fuesen estadísticamente significativos, preservando la confidencialidad y contando con el visto bueno de familias y centros educativos.

Hay que recordar que las alergias a alimentos, látex y picaduras de insectos tienen la mayor tasa de prevalencia de todas las alergias. Y por otra parte que, desde hace más de dos décadas, en los centros escolares se llevan a cabo programas de actuación ante una emergencia provocadas por dichas alergias. Las familias, convenientemente asesoradas, dan el visto bueno, para que el centro escolar, tome las medidas básicas de primeros auxilios ante una posible reacción alérgica de sus hijos. Todo el protocolo de actuación lo conoce todo el personal del centro educativo y en función del caso, si se produce una situación, en la que tras una serie de signos dermatológicos como las ronchas y los habones, se llega a producir ahogamiento por cierre de la glotis, se lleva a cabo el último paso de dicho protocolo que es administrar en el muslo o en el brazo el medicamento, para abrir las vías y evitar una parada respiratoria. La colocación es muy sencilla y está al alcance de cualquier persona con una pequeña formación.

En los tres últimos cursos, en los centros estudiados, se han tenido que administrar hasta en quince ocasiones, en horario escolar, realizándolo el profesorado, en la mayoría de ocasiones, por las familias si acuden con rapidez e incluso el propio alumnado sobre todo en los casos de IES donde por edad y experiencia están más preparados. A destacar, que en los centros en que se hizo previamente formación del personal, se administró en el 91 % de las ocasiones por lo que el uso del mismo fue más común, de manera significativa, tanto por perder miedo a colocarlo como por haber tenido unas prácticas previas de la colocación del mismo, lo que facilita la decisión de su uso. Además, se demuestra que la autoadministración puede ser segura, bien aceptada y reduce los costes sanitarios, directos e indirectos evitando tener que acudir a urgencias. Este protocolo, junto al concreto de las actuaciones en el medio escolar, están dando una respuesta real y eficaz a los problemas de anafilaxia en la escuela.

La formación en praxis de los casos de anafilaxia en centros educativos es básica puesto que quita ansiedad de su posible uso, posibilita la concienciación de su uso y aumenta la toma de decisiones para administrarla en caso necesario. Asimismo, es cierto que al avanzar la edad del alumnado afectado aumenta la capacitación del propio alumnado y posibilita la autoadministración de la adrenalina por ellos mismos. Junto a las diferentes sesiones y talleres, se han realizado cartelería o pósteres para el resto del alumnado que no haya participado directamente. Del mismo modo se ha informado a las familias sobre las actuaciones realizadas en relación a este tema.

Por todo ello, parece necesaria la implantación de este tipo de formación en todos los ámbitos posibles, incluyéndola como prescriptiva en los planes de estudio de todos los grados y no solo de los de la familia sanitaria, en los planes de estudio de todos los centros educativos de Primaria y Secundaria y en general en todos los contextos posibles- asociaciones, entidades públicas y privadas, - para mejorar con equidad y eficiencia la salud preventiva de la población en un tema tan crucial por poder salvar vidas.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios