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“La prensa en papel no morirá”

  • Entrevista de Marco A. Velo con el periodista Ángel Revaliente

“La prensa en papel no morirá”

“La prensa en papel no morirá”

Alberto Villagran Inmobiliaria Alberto Villagran Inmobiliaria

Alberto Villagran Inmobiliaria

Usted nació predestinado para ser periodista. ¿Cuándo es consciente de su vocación?

Tuvo mucho que ver la afición de mi padre por la compra de periódicos y estar siempre la radio enchufada en casa. Compraba diariamente La Voz del Sur, por la mañana, y por la noche Informaciones y Pueblo, que eran periódicos de la tarde, de Madrid, que llegaban en los años 60 con un día de retraso. Con 7 años me leía la columna de Alfonso Sánchez de quien copié, para siempre, la frase de "compañero y sin embargo amigo", las crónicas de Emilio Romero, las reseñas taurinas de Navalón e incluso las entrevistas de Pedro Rodríguez, un maestro en el arte de entrevistar. Lógicamente también leía Marca, con aquellas crónicas de boxeo de Manuel Alcántara que eran de una gran belleza literaria, al igual que las de fútbol de Antonio Valencia. Aquello hizo que cuando entré en Primero de Bachillerato ya tuviese claro que quería ser periodista.

En sus ‘Memorias prohibidas’ Carlos Luis Álvarez ‘Cándido’ describe su primera noche de ABC como una mezcla de miedo y satisfacción personal, donde “para mi edad de entonces, todos allí eran viejos”. ¿Recuerda su primera jornada en una redacción de periódico?

Recuerdo cuando con 17 años fui al despacho de Alejandro Daroca y le dije que quería ser periodista y me dijo que le entregase un artículo y la satisfacción de llevárselo y verlo publicado y que me animase a seguir y que me ofreciese la opción de trabajar de corrector en aquel taller de cajas y linotipias. Trabajaba de 10 de la noche a 4 de la mañana y seguía llevando mis artículos. Por eso cuando subí a la redacción ya llevaba el noviciado hecho.

¿Cómo era el periodismo que se cultivaba en los años 70?

De calle. De recoger la noticia en la barra del bar. Muy cercano al pueblo, muy social y cero político porque tampoco se podía. Y también emocionante. Viví en la redacción la muerte de Franco y la Transición. Creo que fuimos notarios de un cambio histórico. 

¿Qué nombres de periodistasya desaparecidos no deben olvidarse jamás en Jerez?

Rafael Pozo, Daroca, Montero Galvache, Falcón, Liaño, Pomar, Ramón de Cala o Carlos Vergara de Radio Jerez o Yélamo. Amén de Arias, que me lo enseñó casi todo, en lo humano y profesional, Julio de Vega o ChanoArgudo, que marcaron una gran época.

Dígame un día muy feliz y por el contrario otro demasiado triste en su dilatada carrera profesional.

El mismo día. 13 de junio de 2009. Escribí la crónica del ascenso a Primera del Xerez CD con las lágrimas cayendo sobre mi cara porque el 10 se fue para siempre mi padre, un gran xerecista, que estaba entusiasmado con vivir esa jornada.

¿La crónica -el cronista- social es una sección/figura indispensable en todo medio local que se precie?

Sin duda. Debe tener el sitio que le corresponde y que creo que últimamente no se le da. La crónica social te hace intimar con el lector. Era una baza importante en aquel periodismo de los 70/80.

Mauro Muñiz espetó en cierta ocasión a Juan Luis Cebrián lo siguiente: “Convéncete, sólo hay dos clases de periodistas: los que escriben bien y los que no”…

Yo diría que hay dos clases de periodistas: el que informa y el que deforma, el que en un artículo de opinión comunica y el que oculta o el que en un reportaje sabe buscar el titular y el que lo encuentra. Puedes escribir muy bien pero si no informas, si no sabes hacer llegar tu mensaje, si no le sacas nada al entrevistado, de qué sirve tu buena literatura.

¿El anonimato en Internet ha desvirtuado la riqueza de la libertad de expresión?

El periodismo pasa por un momento complicado porque creo que la llegada de las nuevas tecnologías ha cogido a los editores con el paso cambiado y hay mucha incertidumbre sobre el futuro. No creo, como se anuncia, en la muerte del papel, como la radio no murió con la llegada de la televisión, pero si en unos periódicos más de análisis, de grandes reportajes, de entrevistas ya que la información hoy en día, aunque a veces muy sesgada, nos llega al instante de producirse la noticia. La libertad de expresión también está en entredicho porque en muchas ocasiones se habla o se escribe dependiendo de presiones políticas o financieras o dependiendo del color del medio.

¿Cómo vive usted ahora su naturaleza periodística desde la reposada claridad de la jubilación?

Como el descanso del guerrero pero sintiéndome periodista, leyendo, aunque sea on line, mucha prensa y manteniendo alguna colaboración altruista como opinador. Mantengo mucho contacto con compañeros de muchos medios y tengo intactos esos principios que me llevaron a hacer de mi vocación mi profesión.