El ministro Salvador Illa declaró que la inmunidad se conseguiría para el verano de 2021, o para el otoño.

Siempre apoyaron a las dictaduras marxistas. Con la excusa de que la democracia era burguesa y reaccionaria.

Para el futuro parece que quieren lo contrario: que el rebaño se contagie. Ya es leve en la gran mayoría de casos.

La transversalidad puede ser una solución para evitar a los extremos en Andalucía. Pero en España resulta rarísima.

Lo más inquietante no fue la audiencia del Papa a Yolanda Díaz, sino la profecía de Iván Redondo dos días después.

El escenario andaluz no es favorable a un gobierno de PP y Vox. Si se da por inevitable, antes de votar, pierden seguro.

A la reunión de la España vaciada no asistió la España marinera y playera que vive mayormente del turismo.

La culpa no es sólo de los partidos, sino también de los votantes. En las urnas no se premia la moderación.

En la AP-4 ya se notan las consecuencias de la gratuidad. La conservación es peor que con la empresa concesionaria.

En el PSOE no resulta raro que convivan dos sensibilidades. En la Segunda República incluso hubo tres.