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Barroso se someterá el 16 de septiembre al veredicto de la Eurocámara

  • El conservador portugués tiene garantizado a priori un apoyo suficiente para seguir al frente de la Comisión Europea.

El pleno del Parlamento Europeo votará finalmente el 16 de septiembre al mediodía, tras varios aplazamientos, si ratifica a José Manuel Durao Barroso para seguir al frente de la Comisión Europea otros cinco años, según acordaron los líderes de los grupos políticos de la Eurocámara. El conservador portugués tiene garantizado, salvo sorpresas, un apoyo suficiente para repetir en el cargo.

La ratificación de Barroso, designado en julio por unanimidad por los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete, había sido aplazada hasta ahora por la Eurocámara por las reticencias que provoca el conservador portugués entre los grupos de izquierdas y los liberales, que le reprochan sobre todo su falta de reacción ante la crisis económica.

De hecho, socialistas y verdes volvieron a reclamar un aplazamiento de la votación, al menos hasta que los irlandeses voten por segunda vez el Tratado de Lisboa el 2 de octubre. Pero se quedaron en minoría porque los liberales cambiaron de bando y apoyaron al PP europeo y al grupo liderado por los conservadores británicos para que la votación se colocara en la agenda del 16 de septiembre. Un día antes, Barroso presentará su programa político, algo que ya ha hecho esta semana en audiencias ante los diferentes grupos políticos.

Una vez que la votación está en la agenda, Barroso tiene garantizada, salvo sorpresas, la mayoría simple de votos emitidos que exige el Tratado de Niza para su ratificación. A priori, el conservador portugués cuenta con el apoyo de su familia política y grupo mayoritario de la Eurocámara, el PPE (265 escaños sobre un total de 736), y espera recibir algunos votos de los socialistas (que tienen en total 184), entre ellos los españoles y los portugueses, de los liberales (84), y del grupo liderado por los conservadores británicos (54). Ya han anunciado que votarán en contra Izquierda Unitaria y los Verdes.

"Creo firmemente que habrá apoyo para el presidente" de la Comisión, dijo el presidente de la Eurocámara, Jerzy Buzek. "Necesitamos un fuerte apoyo para el presidente de la Comisión porque queremos tener un Ejecutivo comunitario fuerte que tome decisiones" sobre cuestiones como la crisis o el cambio climático, insistió. A su juicio, la votación sobre Barroso constituye una "fuerte señal política a nuestros ciudadanos de que no toleramos el vacío (institucional)".

El propio Barroso dio la bienvenida a la decisión de la Eurocámara. "Es importante que se aclare el liderazgo de la UE en este momento en el que hay que luchar contra la crisis y tenemos desafíos exteriores muy importantes, especialmente la conferencia (sobre cambio climático de Copenhague). Desde luego, doy la bienvenida a esta decisión y explicaré mi programa al pleno del Parlamento", afirmó el presidente del Ejecutivo comunitario.

"Soy un gran demócrata y tengo confianza en el voto por José Manuel Barroso", dijo por su parte el líder del grupo popular en la Eurocámara, Joseph Daul. Aseguró que con la elección de Barroso ha ganado el PPE pero "sobre todo es la democracia la que ha ganado". "Es necesario que podamos continuar trabajando, que la Comisión y su presidente puedan ocuparse de la crisis y el empleo", indicó Daul.

Por su parte, el líder de los socialistas europeos, Martin Schulz, admitió que todavía "no está claro" lo que votará su grupo el próximo miércoles, pero dio por hecho que la "mayoría" no votará 'sí'. Las opciones, explicó, son votar 'no' o abstenerse si Barroso asume algunos compromisos, entre los que mencionó la revisión de la directiva de trabajadores desplazados para garantizar la igualdad salarial.

Al ser preguntado por la intención de socialistas españoles y portugueses de votar 'sí', Schulz aseguró que ha discutido "cuidadosamente" con ellos la candidatura de Barroso, que respetan la "solidaridad" del grupo socialista europeo y que todavía no han tomado una "decisión definitiva" sobre el sentido de su voto. En todo caso, admitió que el hecho de que 7 primeros ministros socialistas, entre ellos José Luis Rodríguez Zapatero, apoyaran a Barroso, pone en una situación difícil a los eurodiputados de estos países.

El copresidente del grupo Verde, Daniel Cohn-Bendit, lamentó que "una mayoría liberal-conservadora haya cedido a la presión de los Gobiernos de la UE y del propio presidente de la Comisión en persona para acelerar el procedimiento de nombramiento de la próxima Comisión" y reiteró que éste debería llevarse a cabo tras el segundo referéndum del Tratado de Lisboa. Cohn-Bendit arremetió contra la "hipocresía" del grupo liberal por haber cambiado de bando y anunció que volverá a pedir la semana que viene que se aplace la votación.

"Estamos en contra de las políticas seguidas hasta ahora por la Comisión Europea, como el libre mercado, la desregulación y la falta de respuesta a la crisis económica, financiera y social en Europa. Al nombrar de nuevo a Barroso como presidente de la Comisión, los jefes de Estado y de Gobierno han dado luz verde a la continuidad de estas políticas los próximos cinco años. Nuestro grupo no puede apoyarlo", afirmó por su parte el líder de Izquierda Unitaria, Lothar Bisky.

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