Los partidos de la coalición que apoyan al Gobierno del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y los de la oposición llegaron ayer a un acuerdo para la disolución el lunes del Parlamento y convocar elecciones anticipadas este año.

El acuerdo fue respaldado por casi todos los partidos de la Cámara, informó en exclusiva el diario Jerusalem Post, que añadía que los partidos Laborista y Meretz, de centro izquierda, serán los encargados de llevar el lunes a votación la propuesta de disolución.

La disolución del Parlamento significa que de tres a cinco meses se celebrarán elecciones generales, según el diario, una situación que contemplaron los líderes del Gobierno y la oposición en los últimos días. Desde hacía semanas los medios locales aseguraban que el Gobierno de Netanyahu no duraría toda la legislatura porque tiene por delante dos proyectos complicados de ley que acabarían por desmembrar su coalición.

El primero es la Ley Tal de exenciones del servicio militar a los ultraortodoxos, que en agosto debe ser renovada por otra que no discrimine entre los jóvenes israelíes, según una orden del Tribunal Supremo. El segundo son los presupuestos generales del Estado para 2013, en los que varios partidos de la coalición gubernamental ya habían pedido partidas extraordinarias para sus votantes.

Netanyahu y sus allegados se inclinan por celebrar los comicios antes de las fiestas judías de Año Nuevo, entre el 28 de agosto y el 4 de septiembre. El diario Yediot Aharonot informó ayer de que la fecha definitiva propuesta por el Gobierno se conocerá después de que Netanyahu termine, el domingo, el duelo por la muerte de su padre.