La llegada de las ferias de primavera en nuestra provincia es un momento crítico para que los narcotraficantes intenten vender sustancias estupefacientes entre el albero y el rebujito. Esta semana la Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz, junto al Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA), y a la Unidad de Fronteras del Aeropuerto de Barajas de Madrid, ha llevado a cabo un operativo que ha llevado a la incautación de un paquete con cuatro kilogramos de cocaína.

Hay cinco detenidos, tres ciudadanos ecuatorianos, una mujer española y un cabo de la Armada que vive en Rota, a los que se les imputa un delito contra la salud pública.

El paquete con los cuatro kilos de cocaína llegó a España vía Barajas a través de una empresa de transportes, y los agentes de la Benemérita le siguieron la pista hasta Jerez. Allí la banda tenía previsto hacer el intercambio cuando fueron sorprendidos.

Destaca la presencia de un militar español, perteneciente al tercio de la Armada. No es la primera vez que un militar se deja engatusar por el lado oscuro de la ley, con todo lo que ello conlleva.

Recientemente, otro militar de San Fernando, también destinado en el TEAR, fue sorprendido con droga cuando se dirigía a su domicilio tras salir de su destino. En aquella ocasión, los agentes implicados en su arresto comentaron que posiblemente esta persona pensaba vender la droga en unos ejercicios militares a los que debía acudir en los siguientes días.

Esta vez la ocasión propiciatoria para vender la droga, que en el mercado podría haber alcanzado los 80.000 euros, era la Feria de Jerez. El precio de la cocaína ha bajado en los últimos tiempos. Y es que si hasta hace poco el kilo de coca costaba 33.000 euros, actualmente, según los investigadores consultados por este medio, puede encontrarse a 18.000, prácticamente la mitad.