El doctor Eduardo Vela, declarado por la Audiencia Provincial de Madrid responsable del robo de una recién nacida en 1969, ha sido imputado de nuevo por un juzgado de Barbate que investiga una supuesta adopción irregular.

El juzgado ha ordenado que un forense compruebe la veracidad de las dolencias físicas y mentales que Vela, de 86 años, ha alegado para evitar declarar ante el juez sobre este nuevo caso.

En este nuevo caso, se investigan supuestas irregularidades en la adopción de una niña que nació en 1980 en la clínica de San Ramón, regentada por Vela y en la que también nació Inés Madrigal, la primera víctima de bebés robados que ha conseguido llegar a juicio.

Tras el parto, la niña fue entregada en adopción a un matrimonio de Barbate, como si fuese hija de una madre desconocida.

Años después, la adoptada quiso conocer la identidad de sus padres biológicos, un proceso que desencadenó sus sospechas de que su madre biológica no la diera en adopción voluntariamente sino que fuera coaccionada y "engañada", según ha explicado Vila, abogado de la mujer.

"Tenemos dudas y queremos que se demuestre" que la madre biológica renunció expresamente a su hija y a constar como su progenitora para que en la documentación apareciera que la niña era hija de madre desconocida, ha señalado el abogado.

El juzgado de Instrucción número 5 de Madrid admitió la denuncia de la mujer e incoó diligencias previas por un supuesto delito de falsedad en documentos públicos cometido por Eduardo Vela, y después se inhibió en favor del juzgado de Instrucción de Barbate, donde se tramitó la adopción.

Según Enrique Vila existen "serias sospechas" de que con la fórmula empleada se tratara de ocultar la supuesta falta de voluntad real para la adopción. "Llueve sobre mojado", ha afirmado el letrado