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Provincia de Cádiz

La Policía esclarece otra violación cometida en El Puerto hace años

  • Agentes del SAF detienen al presunto autor de una agresión sexual perpetrada en 2004 · Como con el caso Ricardi, el ADN ha delatado ahora al sujeto, apresado ni 48 horas después de volver de Londres

Los policías que conforman el equipo del Servicio de Atención a la Familia (SAF) de la Comisaría de la Policía Nacional de El Puerto, los mismos que el pasado año descubrieron que eran presuntamente los dos jerezanos (ahora procesados por la violación atribuida por error al portuense Rafael Ricardi) los únicos autores de la oleada de agresiones sexuales cometidas en municipios de la Bahía entre los años 1995 y el 2000, han logrado esclarecer otra violación perpetrada hace años.

Se trata de la agresión que sufrió una joven el 21 de julio de 2004 a primera hora de la mañana, cuando se dirigía a trabajar como empleada de la limpieza a la urbanización de Valdelagrana. La joven fue violada por un sujeto que actuó a cara descubierta, que la trató con suma violencia y que la amenazó con golpearla con una piedra de gran tamaño, y que la penetró tras llevarla de los pelos hasta un descampado.

Como ocurrió con el caso de Ricardi, ha sido también el ADN el que ha delatado al presunto autor. Se trata de E.V.R., de 33 años de edad, natural de El Puerto, casado y con un hijo de pocos meses, a quien le constan antecedentes policiales por robo y contra la salud pública (tráfico de estupefacientes).

Por eso en los archivos policiales había una muestra suya de ADN, porque se le toma a todos los detenidos por distintos delitos. Y por eso en febrero de este año, hace sólo cuatro meses, se recibió en la Comisaría de El Puerto un informe pericial, de la Unidad Central de Análisis Científicos, comunicando que "el perfil genético de E.V.R. se corresponde con la muestra de semen hallada en la exploración de la víctima", la joven violada en julio de 2004 en El Puerto.

Esa muestra había sido remitida desde El Puerto hace tiempo a la Unidad Central para su inclusión en la base de datos policial sobre identificadores obtenidos a partir de ADN y posterior cotejo.

Rápidamente, los agentes del SAF iniciaron gestiones para tratar de localizar al dueño de ese ADN , descubriendo que E.V.R. se encontraba fuera de España; en concreto, en Londres, trabajando como empleado en un aeropuerto.

Así las cosas, se dispusieron a esperar pacientemente a que el portuense retornara a su tierra. Y en principio, todo apuntaba a que dicho individuo iba a volver a su casa el pasado mes de abril. Finalmente, la vuelta se alargó y no se produjo hasta el pasado día 30 de mayo. Ya para entonces, la Policía hacía contactado con la familia, urgiéndoles a que le comunicaron al presunto violador que era preciso que se pasara por la Comisaría para realizar una gestión completamente ajena y que se antoja inofensiva.

E.M.R. cayó en la trampa: este lunes, ni 48 horas después de haber arribado a España, acudió a Comisaría, donde fue detenido, acusado de la violación de la joven. Puesto a disposición judicial, el juez de guardia determinó su inmediata entrada en prisión.

Fue en torno a las siete de la mañana del 21 de julio de 2004, en el momento en el que la víctima iba en ciclomotor a trabajar a Valdelagrana, cuando fue asaltada por un individuo que circulaba en moto por la vía adyacente de acceso a la urbanización de Valdelagrana, en las inmediaciones del estadio de fútbol José del Cuvillo. El asaltante le cruzó la moto delante y con suma violencia, amenazando con matarla con una piedra de grandes dimensiones, hizo que la joven se saliera de la carretera para terminar cayendo en la maleza. Allí, en un descampado, amparándose en la oscuridad reinante (aún no había amanecido), logró agredirla sexualmente.

La joven fue atendida en el Hospital, y desde allí se dio parte a la Policía Nacional, que inició una investigación que ha culminado cinco años después gracias a los cotejos periódicos de la base policial de ADN. La víctima lo describió como un sujeto alto, joven (entonces tenía 28 años), moreno de pelo y con los ojos muy claros. Se realizó un retrato robot pero entonces, pese a que ahora aseguran que la joven prácticamente 'clavó' la cara de su agresor, no se logró localizarlo.

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