El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía le ha dado un tirón de orejas al magistrado titular del Juzgado de lo Social número 3 de Cádiz, el juez Francisco de Borja Derqui-Togores, y le ha dicho que tiene hueco más que suficiente en su agenda para celebrar los juicios en una fecha más próxima a la que venía fijando hasta ahora. Había vistas programadas para el año 2023.

Esta medida de Alto Tribunal Andaluz de reprogramar el calendario del juez ha sido bien recibida entre los diferentes operadores jurídicos gaditanos, si bien, muchos de ellos han manifestado que en este juzgado hay “más problemas” y “mucho más graves” que los “injustificados” retrasos de los juicios.

Diferentes abogados han explicado a este periódico que el magistrado Francisco de Borja Derqui-Togores es un juez “conflictivo”, “complejo” y “complicado”. Varios letrados se han quejado de su actitud “poco ortodoxa” durante la celebración de las vistas orales y del “mal trato” que dispensa a los profesionales del Derecho, a los demandantes, a los demandados e incluso a los testigos.

José Blas Fernández, presidente del Colegio de Graduados Sociales de Cádiz, ha aplaudido la iniciativa del TSJA de optimizar la agenda de este juez. No obstante, como representante de los graduados sociales gaditanos, José Blas solicita también que el magistrado titular del Social 3 de Cádiz ofrezca un “mejor trato” a todas las personas que acuden a sus juicios por una razón u otra.

“También pedimos sentencias de calidad, pues muchas de las resoluciones judiciales dictadas por este juez son revocadas por el TSJA. Lo cierto es que no disponemos de estadísticas que nos ofrezcan el número exacto de sentencias revocadas pese a que éste es un dato importante, por cuanto nos interesa saber si estamos o no ante un juez mediocre”, dice José Blas.

Según apunta el también presidente del Consejo Andaluz de Colegios de Graduados Sociales, a la Sala de Gobierno del TSJA han llegado vídeos de los juicios dirigidos por Francisco de Borja Derqui-Togores, cintas que recogen supuestamente “esa forma incorrecta de proceder” del juez durante el desarrollo de los mismos.

Quejas que vienen de atrás

Francisco de Borja Derqui-Togores ya fue investigado por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía el año 2009 después de que funcionarios y abogados se quejaran por su trato “despótico” y “vejatorio” en sala. En esa fecha, Derqui era magistrado titular del Juzgado de lo Penal número 4 de Cádiz.

No fue un hecho aislado. A la Audiencia Provincial de Cádiz y al Colegio de Abogados de Cádiz también llegaron entonces protestas por el mismo motivo.

Después, este magistrado pasó al Juzgado de lo Social número 3 de Cádiz. Ahí surgió un nuevo problema en el año 2013. El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) le abrió otra investigación a raíz de una denuncia presentada por la secretaria judicial de ese juzgado. La mujer, hoy jueza, le acusaba, entre otras cuestiones, de desconsideraciones, de tener un alto nivel de absentismo y de suspender señalamientos “sin motivación jurídica”.

El resultado de ambas investigaciones “quedó en poca cosa”, señalan fuentes judiciales consultadas por este medio. “Perro no come perro”, concluyen.