Las pruebas que el tranvía ha puesto de nuevo en marcha en el tramo entre Chiclana y San Fernando hace unas semanas están provocando no pocas situaciones de peligro para peatones, conductores y el propio tren.

Y es que, la falta de costumbre entre los usuarios de las calles en torno a las vías en relación al funcionamiento de este medio de transporte después de meses parado y la ausencia total de señales advirtiendo de la realización de dichos ensayos provocan a diario situaciones de riesgo motivadas, sobre todo, por el incumplimiento de las señales que regulan las calles anexas a la plataforma tranviaria por parte de conductores y peatones, unos semáforos e indicadores que funcionan nuevamente tras meses de inactividad y que pasan totalmente desapercibidos para el resto de usuarios de estas zonas.