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Provincia de Cádiz

"Ella fue quien lo mató: es la única explicación lógica", afirma el fiscal

  • "Caridad le decía al que se le acercaba que Manuel se había suicidado", dice la acusación particular. "Quien cometió este delito no está aquí", asegura la defensa

El fiscal le dijo ayer al jurado que fue Caridad M. quien mató a su marido, Manuel Gil, el 9 de enero de 2008 en su casa de Sanlúcar. "Es la única explicación lógica", argumentó ante la falta de pruebas que ha deparado en este caso una investigación policial que arrancó lastrada por un error garrafal (apuntando a un suicidio) y que se centró inmediatamente en la procesada como sospechosa número uno. La acusación particular, en línea con la Fiscalía, destacó las contradicciones en las que ha incurrido la acusada y el hecho de que la noche del crimen ella insistiese en que su marido se había suicidado. Frente a esas dos posiciones, la defensa trató de trasladar al jurado una idea muy concreta: que a Manuel Gil lo asesinó alguien que no ha sido detenido. "La persona que cometió este delito no está aquí", le dijo la abogada al jurado tras detallar toda una serie de lagunas en la investigación. Reclamó un veredicto de no culpabilidad y agregó: "Quizá todavía estemos a tiempo de que se reabra el caso y se investigue más a fondo".

La sexta sesión del juicio por la muerte de Manuel Gil dejó así el caso en manos del jurado. Con los alegatos del fiscal y la acusación particular, que acusan de asesinato a Caridad M., y el de la defensa, que solicita la absolución y que lanzó una acusación contra "la justicia mediática, que ya se ha pronunciado". En su opinión, los medios de comunicación, se supone que también se refería a este periódico, "ya han emitido su veredicto hace mucho tiempo". El caso, dijo la abogado, ha tenido "una repercusión mediática brutal". Los medios, añadió, "han fomentado mucho" la imagen de una mujer simuladora.

La letrada se refería sin duda a una cuestión destacable del juicio: a que los forenses han dicho que Caridad M. simula que tiene enormes dificultades para caminar y para mover un brazo. También al testimonio de dos testigos, un policía y un funcionario de los Juzgados de Sanlúcar, que contaron cómo la procesada los sorprendió cuando, al notificarle que iba a prisión preventiva, reaccionó de forma violenta y con una agilidad y energía que contrastaba con la imagen de torpeza física que la mujer transmitía hasta ese momento.

El fiscal y el abogado de la acusación particular coincidieron en recordar ayer, en sus intervenciones ante el jurado, ese episodio. Sostienen que Caridad M. finge: que bien pudo apuñalar a su marido pese a que ahora camine ayudada con una muleta y diga que cuando ocurrió el crimen estaba así.

El fiscal sostuvo que la procesada mató a su marido, que limpió la escena del crimen y que se fue a comprar pan a un bar para que la vieran, para fabricarse una coartada. La víctima fue apuñalada hacia las siete y media de la tarde, dijo el fiscal, y en ese momento, ella estaba en la vivienda: no la vieron fuera de la casa hasta las ocho y media.

La acusación particular comentó que la acusada se encargó de dejar constancia de su salida de la casa: iba explicando que su marido quería pan calentito. "¿Quién va a creer que alguien entre en la casa con llave, coja unas tijeras y un cuchillo de la cocina, mate a Manuel Gil y se vaya sin dejar ni una pista?", planteó el abogado.

La defensa alertó sobre los errores y agujeros en la investigación. El forense no fue capaz de responder qué temperatura tenía el cadáver cuando lo examinó, dato esencial para calcular la hora de la muerte, anotó como ejemplo. También comentó las contradicciones de la vecina que dijo que oyó a la víctima pedir socorro. "Soy inocente" reiteró ayer Caridad M. en el turno de la última palabra. La procesada dijo que mientras siga viva mantendrá su inocencia porque ella, aseguró, no mató a su marido. También que quería mucho a Manuel Gil, que lo quiso y lo querrá siempre, que era el padre de su hijo.

El jurado comenzará a deliberar hoy en busca de un veredicto: si Caridad M. es culpable o no culpable del asesinato de su marido.

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