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Cultura

Claro proceso de búsqueda

La exposición que se presenta en esta sala jerezana nos conduce por una amplia y variada manifestación pictórica donde se suceden series de muy variada naturaleza. Se nota que el autor está en un claro proceso de búsqueda. Encontramos, sobre todo, una clara inquietud artística, un sobrado manejo de la materia, un conocimiento de la historia pictórica - el informalismo matérico y unos claros desarrollos matissianos como válidas referecias - y un deseo fuerte por mostrar esa pasión que creo lo anima. En primer lugar estamos ante alguien que cree en la pintura, que se sabe con fuerza para ejecutar situaciones variadas y que, además, lo hace con inusitada vehemencia. Me gusta la intención creativa de las obras informalistas, su apasionado tratamiento de los materiales, muy a lo action painting pollockiano, incluso la estructura poderosa del gran bodegón con limones. No obstante creo que abusa del formalismo conformador; cuando atempera los impulsos materiales y configura la obra con escuetos golpes de color o, incluso, con exactas posiciones desde mínimos collages, la obra gana en intensidad pictórica y en rigor creativo. Se siente mejor en el expresionismo matérico que en la figuración evocadora. Allí, los modos y los medios le son mucho más favorables. Aquí, la referencia está por encima de la idea.

La muestra , quizás con demasiadas obras expuestas, nos enseña a un pintor con recursos, con muchas inquietudes y sobrado de intenciones. Estoy seguro que ese afán desmedido por resaltar sus valores pictóricos augura un futuro de claro esplendor y con desarrollos artísticos sujetos a un lenguaje más particular. Ahora sobresale un apasionamiento formal, un excesivo tratamiento material y unos desenlaces con demasiadas referencias. Me interesa la valentía con que afronta las situaciones; no le abruma los tamaños grandes y se siente dominador en los espacios pequeños, claras garantías de que estamos ante un artista con buenas expectativas, con mucho camino por recorrer y con infinitos deseos por llegar.

Me alegra infinitamente que la Sala Damajuana, apueste por aquellos que tienen algo que decir y Cristóbal Donaire sabe construir un lenguaje con una precisa morfología y una buena semántica; cuando la sintaxis alcance su justa medida, el discurso retomará un camino sin vuelta atrás. Estoy seguro de ello.

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