El cierre al ciclo ‘Herencia’ de la Bienal de Cante de Jerez llegará esta noche con un cartel con dos voces completamente distintas: David Carpio y Tomás de Perrate.

El cantaor jerezano afronta “motivado y contento” el guante lanzado por la organización, sobre todo “porque estamos ante un acontecimiento que puede ser histórico, y que, como aficionado que soy, también es una buena oportunidad para escuchar cante”, asegura. “Para mí es un privilegio cantar en Jerez, en un proyecto como éste y además con un compañero, Tomás de Perrate, al que admiro”.

Acompañado por la guitarra de su inseparable Manuel Valencia y las palmas de Javier Peña y Carlos Grilo, David Carpio ha preparado “un recital al uso, pero como siempre suelo hacer, hará alguna cosa novedosa, no me gusta repertirme en las actuaciones”, apunta.

El joven artista agradece “la oportunidad que me ha brindado la organización”, un colofón a un verano especialmente intenso en el que ha tenido la oportunidad de actuar en distintos espacios, desde el Festival de la Guitarra a los Viernes Flamenco con Los Cernícalos o en la presentación del primer disco de Sophia Quarenghi.

Al mismo escenario se subirá Tomás de Perrate, que al igual que David Carpio, se muestra “encantado de estar en esta Bienal”, reconoció ayer a la web oficial del festival. “Lo que más me gusta es eso, que sea de cante. Yo casi propondría lo mismo en Sevilla, en paralelo a la Bienal de Flamenco, porque ahora mismo está todo muy mezclado y hay demasiadas propuestas experimentales”.

Respecto a su actuación, no esconde que se centrará en representar “a mi tierra, Utrera, mi padre Perrate, Diego del Gastor, Bernarda y Fernanda… Quiero ser representativo de todo esto, y el público podrá escuchar un recital clásico de soleá, bulerías, seguiriyas… En definitiva, las cosas de aquí y de allí, vistas desde el punto de vista de Utrera”.