LLEVAMOS casi doscientos años de capitalismo más o menos agresivo. De hecho estamos atravesando por una de las etapas más complejas para el propio sistema que por momentos parece fagocitarse. Aunque no olvidemos que esto del capitalismo solo se sostiene si hay unos pocos ricos que se aprovecha de unos muchos pobres.

Recientemente leí en Diario de Jerez al presidente actual del Xerez CD sentenciar que “desgraciadamente, no nos vale con la actual masa social para volver al lugar que por derecho nos corresponde”. Lo bueno de esa frase es que no está vendiendo humo como la mayoría de los presidentes suelen hacer. Lo malo es que está contando la realidad de una entidad que en su día aspiraba a estar con cierta comodidad en el fútbol profesional y hoy, como le han sucedido en nuestro país a tantas familias de la clase media, se han visto obligados a transitar, con orgullo eso sí, por la zona pobre del fútbol español. Hoy tienes dinero para hacer una plantilla competitiva o 'nanai de la China'.

La vida está montada así. Tanto tienes, tanto vales. El fútbol es fiel reflejo de esa máxima del capitalismo imperante. Lo que fuiste no importa absolutamente nada, como se suele decir, normalmente poniendo en boca de un catalán: "La pela es la pela".

Casemiro hace dos día estaba pregonando su madridismo y de la noche a la mañana le han surgido nuevos retos, capaces de ilusionarle hasta el punto de abandonar el Real Madrid. Nuevos retos que de manera sucinta podríamos resumir en marcharse al Manchester United cobrando más de doble de lo que cobra en el Real Madrid y ampliando los años de contratos que tenía firmado con la entidad merengue. Como diría un viejo amigo mío: "lo que viene siendo en román paladino, motivación por jurdeles".

O el caso del Cádiz en Primera, que está más tieso que una mojama en comparación con los demás equipos, que casi no ha fichado a nadie y tendrá que esperar hasta última hora para poder pescar a algún cedido que merezca la pena de aquellos equipos que tienen que aligerar plantilla para poder inscribir a los recién fichados. No hay más, así de simple se escribe la historia.

¿Que se podría repartir los ingresos de la Liga de otra manera que equilibrara la balanza? Eso sería como cobrar más impuestos a quienes más tienen y buscar un reparto que haga una Liga o sociedad más igualitaria. Pero a los ricos no les interesa y estos ya se encargarán de tener en los puestos de mando y control a quienes favorezcan sus intereses. Para qué una sociedad más justa si podemos disfrutar de puertas giratorias.