Programación Guía completa del Gran Premio de Motociclismo en Jerez

El futuro de la movilidad pasa principalmente por el coche eléctrico. Pero ¿podrán tener un coche eléctrico todos los que hoy tienen uno tradicional? Los coches eléctricos son muy caros, aunque su fabricación sea relativamente sencilla (un motor térmico tiene unas 30.000 piezas, mientras uno eléctrico solo tiene unas 12.000). El problema es el coste de las baterías por la dificultad, la escasez y el impacto ecológico de la obtención de sus materias primas, fundamentalmente el litio. En algunas minas se necesitan dos millones de litros de agua para obtener una tonelada de litio. Además, las reservas son tan limitadas que, al ritmo actual, no darían para más allá de 2050. Así, el escenario es que solo podrán tener coche y viajar en él la gente de alto poder adquisitivo, en un escenario propio de la posguerra.

A principios del siglo XX había ya coches eléctricos. En los años 50, circulaban por Barcelona camionetas de reparto eléctricas. En 1981 pude ver personalmente cómo en Dayton (Ohio) la empresa Delco (luego Delphi) probaba un motor eléctrico, curiosamente, en un Golf. El escaso avance desde entonces en el desarrollo de los eléctricos quizás se explica por los intereses de las compañías petrolíferas y de automoción. Son los mismos que ahora están marcando los tiempos de una movilidad sostenible y ¿social?

El patinete eléctrico no tiene buena prensa. Pero conviene recordar que, como la bicicleta eléctrica, constituye la solución de movilidad para mucha gente de pocos recursos, especialmente para ir a trabajar. No es bueno cebarse con los patinetes con prohibiciones como la de Renfe y autobuses.

En cualquier caso, hace falta un buen transporte público. Pero no parece que las administraciones apuesten por eso. Basta ver el desastre de las conexiones ferroviarias de nuestra provincia.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios