
Cambio de sentido
Carmen Camacho
Narcisistas sin fronteras
A rienda suelta
SOMOS los más participativos. Lo mismo nos hinchamos a debatir y votar propuestas para mejorar nuestras barriadas (a sabiendas de que nunca se ejecutarán), que 'clickeamos' hasta la saciedad para borrar a la vecina Cádiz del Monopoly español e incluirnos nosotros en el tablero del popular juego de mesa. La última hazaña de esta sociedad tan activa y crítica (es irónico) ha sido la participación masiva en el 'Corruptómetro', un juego que pulula por Internet (corruptometro.es) y en el que Jerez ya figura entre las diez ciudades españolas más podridas. No voy a desvelar quién aparece como el edil más corrupto (que cada cual acceda a la página web y haga sus votaciones), pero lo que sí me imagino desde ya es a los asesores del gobierno local y a algún que otro 'chiribito' votando en masa para que cada patrón no salga mal parado en un ránking intrascendente pero que puede montar el cachondeo padre en la ciudad. Ayer, ya nos divertíamos, entre teclazo y teclazo, haciendo nuestro propio 'top'.
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