Uno. En el debate de Al Rojo Vivo, un tal José Enrique Monrosi: “En Bildu hay mucha gente que se jugó la vida contra ETA”. Los pájaros tirándose a las escopetas.

Dos. Tuit de El País: “Jenni Hermoso es la segunda mujer más influyente del mundo en 2023 para el Financial Times”. Pero en el FT resulta que no hay ningún ranking. Y sólo la ha votado una persona: la capitana de Inglaterra. Así todo.

Tres. España registra el peor dato de delitos sexuales de los últimos siete años: las violaciones en grupo crecieron un 15% respecto a 2021. Parece que poner en la calle a los violadores no ha solucionado el problema. ¡Y mira que la idea era buena!

Cuatro. Sánchez advierte a Feijóo desde Bruselas: “Si flirteas con la ultraderecha acabas pensando como ella”. “Lo digo por experiencia”, concluyó.

Cinco. “Sabemos que nos mienten. Saben que nos mienten. Saben que sabemos que nos mienten. Sabemos que saben que sabemos que nos mienten. Y aun así, siguen mintiendo”. Verdades de Solzhenitsyn.

Seis. Sánchez fue en Falcon de La Coruña a Santiago para un acto de partido. En tren habría tardado media hora. Y tú te plantas en Madrid, desde Graná, en tres horas y media, con tu contaminante Volkswagen Diésel, cuando en el AVE habrías tardado cuatro.

Siete. Cinco días le han concedido a Milei los peronistas desahuciados de la Casa Rosada: en menos de una semana ya es el responsable criminal de la inflación, la pobreza y los salarios deprimidos que sufre Argentina desde hace ochenta años.

Ocho. Leo en un periódico digital de derechas que Ursula Von der Leyen da luz verde a los comisarios para cuestionar la amnistía tras el discurso europeo de Sánchez. A esto yo le llamo voluntarismo analítico. Ursula nunca dudará de Pedro, como Cristina nunca dudó de Iñaki: el encoñamiento es ciego.

Nueve. José María Macías, miembro del CGPJ, felicita las navidades con una tarjeta de resonancias bíblicas: “Te ruego, Señor, que atiendas esta plegaria y que, en tiempos de incertidumbre y miseria moral, libres del acoso a los hombres y mujeres que sirven a la Justicia”. Ante las acusaciones de lawfare, Macías pide el amparo del Juez Supremo.

Diez. Doce años sin Christopher Hitchens. Era un polemista temible, siempre cargado de argumentos y razones que defendía, además, sin perder la compostura. Su amigo Richard Dawkins advertía a los posibles contendientes dialécticos del escritor: “Si os invitan a un debate con él, no vayáis”.