Gibraltar, momento clave y un comisario chistoso

En estos últimos días una catarata de declaraciones, algunas veces contradictorias, ha generado cierto ruido y malestar

Todo parece indicar que estamos en un momento especialmente decisivo en las negociaciones entre la Unión Europea y el Reino Unido sobre el estatuto europeo sobre Gibraltar después del Brexit. Después de varios años de un proceso complejo que se inició en la nochevieja de 2020 sobre la base de un acuerdo hispano-británico, nos acercamos a la posibilidad real de un acuerdo. O un no acuerdo.

Para bien o para mal todo el proceso negociador se ha caracterizado por un fuerte hermetismo entre los negociadores, la UE y el Reino Unido, y las partes directamente implicadas, Gibraltar y España. En todas las rondas negociadoras solo se han filtrado algunos lugares comunes y poca información relevante. La falta de transparencia tiene aspectos negativos en sociedades democráticas, pero también implicaba un compromiso entre las partes para evitar filtraciones que contaminaran unas negociaciones que trataban aspectos enormemente sensibles y delicados.

Me ha llamado la atención en estos últimos días la catarata de declaraciones, algunas veces contradictorias, que han generado cierto ruido y malestar. Particularmente me ha sorprendido el vicepresidente de la Comisión, Margaritis Schinas, en un foro del Grupo Joly, que ha afirmado que algunos miembros de los equipos negociadores han querido por momentos “proyectar un optimismo que no casaba con la realidad” y que las negociaciones todavía presentan dificultades no solventadas, por lo que no sería posible cerrar el acuerdo antes de las elecciones europeas del próximo junio. El vicepresidente se permitió una dudosa broma de mal gusto afirmando “Gibraltar español”, impropia de la responsabilidad de su cargo y de las dificultades del momento negociador actual. Apenas unos días después el ministro español de Asuntos Exteriores y el vicepresidente ejecutivo de la Comisión, Maros Sefcovic, desmintieron a Schinas asegurando que las negociaciones avanzan a muy buen ritmo. Pero esto no ha quedado aquí. Un portavoz del Gobierno británico, según recoge Europa Press, afirmó el pasado martes que el acuerdo no es inminente, confirmando que mañana habrá una nueva ronda, “reunión que proporcionará una plataforma para avanzar aún más”. Y claro, esto de nuevo no queda aquí. Ayer la Comisión destacó que existe un ambiente constructivo y que las negociaciones están en pleno apogeo.

Saquemos nuestras propias conclusiones. Las partes son conscientes de que si no finalizan un acuerdo pronto, antes de las elecciones al Parlamento Europeo, la formación de la nueva Comisión, el ciclo electoral británico y un previsible nuevo Gobierno laborista supondrán un importante obstáculo y demora en el proceso que probablemente necesitaría empezar de nuevo. El desafío está sobre la mesa. Y España sin plan B.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios