La Liga de Fútbol Profesional (LFP) quiere superar en popularidad y prestigio a la Premier inglesa , pero si la gestión y la estrategia siguen siendo como hasta el momento difícil lo tendrá. Ni tener en sus mejores años a Messi en el Barcelona y a Cristiano en el Real Madrid fue suficiente para arrebatarle el primer puesto del ranking a los hijos de la gran Bretaña.

No solo tiene a la Premier como espejo, tiene a la NBA, cuyas estrategias de fidelización por un lado y de expansión mundial de otro, la obligan a reinventarse una y otra vez, ya sea en algunos giros importantes, como la reciente creación del ‘Play in’ o en ajustes que beneficien al mercado global. Si la pasada temporada se inventaron la burbuja de Orlando para que la liga pudiera disputarse, ahora que repunta una nueva ola ha aprobado una comprometida norma que permite cubrir las bajas por Covid con jugadores contratado por diez días. La NBA mantiene el espíritu mercuriano de que "el espectáculo debe continuar".

Mientras en nuestra liga siempre se han igualado derechos laborales de los trabajadores al de los jugadores, en la NBA un jugador no es un trabajador al uso, sino que viene a ser considerado, para lo bueno y lo malo, una especie de directivo de primer nivel o socio restringido y necesario de la propia NBA. Como le gusta decir a un buen amigo, esto vendría a ser en román paladino, que los jugadores de la Liga se creen trabajadores, aunque nunca lucharan en Carranza por un plato de lentejas o a las puertas de su fábrica, mientras que en la NBA los jugadores entienden que hay que buscar fórmulas que engrandezcan el negocio para poder repartir más entre todas las partes.

Las fechas navideñas pasan año tras año y la Liga sigue dando el más que merecido descanso a los futbolistas, mientras la Premier este domingo 26 tenía programada una espectacular jornada para homenajear a la afición. De la NBA ni que decir tiene que volvieron a programar su día de Navidad, sábado 25, su domingo 26 y que sigan las fiestas navideñas llenas de partidos.

Por último, como buen país cainita, nos encanta tirarnos nuestra buena dosis de piedras hacía nuestro propio tejado. En España la Liga tiene como archienemigo a la Federación. Si la Liga se inventa una estrategia para innovar a renglón seguido, saldrá la Federación para defenestrar cualquier idea. Algo que en el fondo le importa tres cominos a la Liga, que antes que negociar y buscar un frente común para nuestro fútbol, prefiere responder a la Federación con sus correspondientes puñaladas. Viene a ser como una copia de sus mayores, PSOE y PP en el congreso, sus puñaladas de más de 40 años a costa del bien común.