En una de las entradas a Conil, en la intersección de la Nacional-340 con la A-2232, la Guardia Civil de Tráfico estableció la pasada noche del miércoles, más allá de las 23:30 horas, un punto de control del alcohol y droga para los conductores que pasaban por allí. Entre las 00:00 y las 03:00 horas de la madrugada, los agentes allí desplazados realizaron 301 pruebas. Es un ejemplo de la intensificación de la vigilancia durante el verano que la Dirección General de Tráfico está ya poniendo en marcha y que tiene a las principales rutas veraniegas de la provincia como puntos estratégicos.

El verano pasado, los controles preventivos de alcohol y drogas de los meses de julio y agosto terminaron con 17.323 personas controladas. Los datos arrojaron que 496 conductores dieron positivo en alcohol y 103 en drogas. Ayer, en esas tres horas, tres personas sobrepasaban la tasa de alcohol y una daba positivo en consumo de sustancias.

La jefa provincial de Tráfico, Piedad Sánchez, manifestó que este tipo de controles "son elevados" durante la temporada estival. "Estamos en plena Operación Verano, cuando se triplica la población en la provincia, y donde hay numerosos desplazamientos a las playas o para salir por los municipios de la costa", explicaba. Por ello, recordó que "el alcohol y las drogas no se llevan bien con la conducción" y que, además, "está controlado en las carreteras".

Por otra parte, este fin de semana se esperan hasta 117.800 desplazamientos de vehículos por las carreteras de la provincia. Según indicaron desde Tráfico, entre este viernes y este domingo se superará incluso el número de vehículos que circularon por Cádiz el primer fin de semana de agosto.