Vía Augusta
Alberto Grimaldi
La conversión de Pedro
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Una pareja de Madrid aterrizó en Jerez para vivir la Zambomba de Jerez, hace ya unos años. No tenían ni idea, de modo que preguntaron dónde podían ir al personal del hotel donde se habían alojado. Les recomendaron la zambomba de la Hermandad de la Coronación que se celebraba en Bodegas Gago & Co. Desde entonces, llaman a la bodega para saber la fecha de celebración y vuelven cada año, no se la pierden. Esta es una de las muchas anécdotas que puede contar el hermano mayor de La Coronación, Francisco Javier Román, pero elige esta porque considera que los madrileños “se sienten acogidos, como si fueran familia, se sorprenden de ver a mayores colaborando y esa unión familiar”, destaca.
En Jerez, las hermandades suelen organizar, al menos, una Zambomba tradicional los días previos a la Navidad. En el caso de la Coronación, desde 2014 tiene lugar en un casco de bodega adyacente a su capilla, perteneciente a Bodegas Gago & Co., antes Fernández Gao.
Esta bodega jerezana se encuentra muy vinculada a la Hermandad de la Coronación, son vecinos del barrio de la Albarizuela. La unión responde a la identidad, a la cultura y a la tradición jerezana. “La bodega celebra sus propias zambombas, pero es La Hermandad de la Coronación la que abre siempre su calendario”, matiza Beatriz Gutiérrez, responsable del área de enoturismo de la bodega.
Además de tener un lugar donde celebrarla, una zambomba requiere de mucho trabajo por parte de los hermanos y hermanas que componen la hermandad. “Siempre hay gente que se ofrece a trabajar en la cocina, en la barra. Hay guisos de toda la vida, berza, pringá… Esta es una zambomba tradicional “donde rige la pandereta, la zambomba y la botella de anís, aunque sea mucho trabajo, también intentamos pasar un buen rato”, describe el hermano mayor.
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Muchas tareas las realizan días e, incluso, semanas antes de la zambomba. Después de la misa de los domingos, una serie de hermanos ensayan y preparan los cánticos. Participa el padre, la madre, el niño… uno trae zambomba, otro la guitarra y se pasa un rato de convivencia. A partir de ahí, el próximo día 29, toda la gente se conglomera en la zambomba y cantamos hasta que la garganta ya llega a su límite. Entonces pedimos ayuda al coro de gente joven que siempre se anima durante estas fechas y nos echan un cable. Al final queda muy bonito”, cuenta Román. Sin duda, esta es una de las grandes diferencias con las zambombas no tradicionales. “En las zambombas privadas, de peñas y particulares en las que se paga la entrada, suelen tener sus espectáculos contratados. Aquí todo es espontáneo”.
En las zambombas privadas, de peñas y particulares en las que se paga la entrada, suelen tener sus espectáculos contratados. Aquí todo es espontáneo”
Las zambombas de las hermandades antiguas y jóvenes suponen una forma de mantener las tradiciones “de lo que nos rodea, de lo que nos han enseñado y de lo que hemos mamado durante nuestra infancia”. “Todos hemos sido pequeños, todos hemos estado en casa de vecinos, con la abuela de uno, de otros haciendo pestiños… Intentamos mantener esas tradiciones típicas que hemos vivido propias de nuestro pueblo”, apostilla el hermano mayor.
Por otra parte, las zambombas también suponen un revulsivo económico considerable para las hermandades, cuyos hermanos soportan con su cuota los gastos de todo lo concerniente a ellas. “Hay que organizar actividades de diferentes tipos que supongan una inyección económica para la hermandad”.
Hasta 2014, la zambomba anual de la Hermandad de la Coronación tenía lugar en la calle o en algún casco de bodega. A partir de ese año, entablaron relaciones con la bodega vecina de Gago & Co. “Antiguamente, había otra bodega aquí y su enólogo es el mismo de ahora, pero además, es el dueño. Es una familia cofrade que entiende la tradición y la cultura de Jerez. Aquí la unión no es solo con tu familia carnal, sino también con la que tienes en la hermandad”, aclara la responsable del área de enoturismo de la bodega. “Es una Zambomba muy bonita y muy auténtica, a la que siempre he venido con mi familia. Pocas pueden decir eso”, afirma con orgullo Gutiérrez.
Es una Zambomba muy bonita y muy auténtica, a la que siempre he venido con mi familia. Pocas pueden decir eso”
En 2025 celebraron los 100 años de la llegada de la hermandad a la Capilla de Nuestra Señora del Refugio de los Desamparados y los 75 años de la llegada de la Virgen de la Paz en su Mayor Aflicción. Para conmemorar ambas efemérides organizaron todo tipo de eventos "deportivos, catas de vino...), algunos de los cuales fueron llevados a cabo en BodegasGago & Co, pues, además, de la Zambomba de Navidad, la Hermandad de la Coronación organiza en la bodega vecina el resto del año, como presentaciones o comidas de convivencia. "El Domingo de Ramos sale parte del cortejo de la bodega. Su capilla es más pequeña y el espacio abierto de la bodega es mejor. Para ellos, esta es su casa y es su casa”, concluye la responsable del área de enoturismo de la bodega, Beatriz Gutiérrez.
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