La época estival cuenta en España con muchos símbolos, el calor, el mar y la playa, los helados, pero también las frutas veraniegas. Entre estas últimas, la sandía es una de las estrellas. 

Es bien conocido que esta fruta tiente gran cantidad de agua (consiste en un más de un 90% de su composición), aunque eso no quiere decir que su valor nutricional sea malo. Todo lo contrario ya que es rica en vitaminas y minerales. Por ello y por su alto contenido en agua es perfecta para hidratarse en las largas jornadas veraniegas. Esta fruta además tiene otras muchas propiedades que son beneficiosas para la salud que son quizás menos conocidas, pero que se unen también a su frescor y buen sabor.

Beneficiosa para el corazón y los vasos sanguíneos

La sandía contiene altos niveles de potasio y magnesio, además de citrulina y arginina, unos aminoácidos que ayudan a mantener la elasticidad de los vasos sanguíneos, además de favorecer el flujo de la sangre y la correcta función del sistema cardiovascular. En un estudio de 2012 de la Universidad de Florida se comprobó que ayudó a aliviar la hipertensión en un grupo de adultos con obesidad.

Buena para el buen humor

La sandía no es solo beneficiosa para la salud física, sino que es también buena para la salud emocional gracias a su aporte de vitamina B6, hierro y triptófano.

Mejora el sistema inmune (y los huesos)

Una de las vitaminas que contiene la sandía es la vitamina C. Esta es buena para el sistema inmunológico y lo fortalece. 

También contiene lipoceno, un anioxidante que ayuda a prevenir enfermedades (como el cáncer de próstata) además de ser beneficioso para las células óseas y ayudar a prevenir problemas como la osteoporosis. Además, el lipoceo es el causante del color rojo tan característico de la sandía.

Cuida el sentido de la vista

La sandía es una fuente de vitamina A, especialmente conocida por su papel en la salud ocular. La vitamina A es beneficiosa ya que ayudando a producir pigmentos en la retina y también protege contra la degeneración macular (la zona central de la retina) provocada por la edad.