–¿Cómo se celebra esta efemérides?–Empezamos el primer viernes de enero con una eucaristía solemne como acción de gracias por los 300 años de la bendición. Antes de Semana Santa tenemos prevista la estampación de un cupón de la Once con el logo de los tres siglos. Esto se verá en toda España. También presentaremos un cartel dedicado a la efemérides. En mayo y octubre haremos conferencias formativas, una ronda poética, un Vía Lucis o salida extraordinaria, según lo que nos permita el obispado. Tenemos el compromiso de que se estudiará con detenimiento cada opción. En definitiva llenar el año con la Virgen de la Piedad.

—La Virgen se trajo de Sevilla. ¿La autoría está clara?–Parece que definitivamente es Ignacio López, que curiosamente en 1718 cuando termina la Virgen, fallece. La realizó en Sevilla donde estaba afincado.

— Tras la reciente restauración, la talla está perfecta.–La intervención fue integral pero no tenía tanto daño como se creía. Quedó y está perfecta. El paso de palio está en su máximo esplendor. Esta todo restaurado y creo que no le falta nada excepto detalles.

— ¿El duelo fue un cambio importante?— Fue romper con las diferencias entre la urna con su seriedad, y detrás el palio con otro aire más alegre. Ahora con el duelo se unifica más. El sentir de la mayoría de los hermanos es mantener el palio como se ve ahora con el cambio. Una hermandad que nació en 1547 tiene suficiente pasado como para ser una referencia en la ciudad.

— ¿Y la urna?—El pasado año se hizo la mesa nueva, ensanchándola y haciéndola más cómoda. Se ha plateado y restaurado toda la orfebrería, en lo que se ha conseguido este año.

— Es la Piedad el principal tesoro de la hermandad—Sin duda que lo es pese a nuestro bagaje histórico, sin dejar de lado nuestra propia idiosincrasia.