El tour virtual del denominado piso de los horrores mostró ayer a la Sala que juzga a Antonio Ortiz las zonas donde presuntamente se perpetraron dos de las agresiones sexuales y enseñó las numerosas marcas de prueba de la Policía Científica.

La grabación se emitió con señal abierta a los medios y ante un Ortiz que permaneció inerte como una "roca", tal y como lo definieron el martes algunos abogados que representan a las acusaciones particulares y populares.

El pederasta de Ciudad Lineal encaró ayer la segunda sesión del juicio que se celebra por agredir sexualmente a cuatro menores entre septiembre de 2013 y agosto de 2014.

Ésta fue en parte a puerta cerrada. Ortiz escuchó el testimonio de dos de las niñas: la testigo protegido número 4, de 6 años, y la 5, de 7. La primera es la menor que más resultó afectada por la agresión. De hecho, uno de los abogados pide por ella que se le impute una tentativa de homicidio.