TV-Comunicación

Los cuchillos sí cortan

  • Cosmopolitan estrena 'Masterchef Australia', retando a los periodistas a someterse a las pruebas del concurso.

El cuchillo no corta al deslizarse cuando se acerca el cámara. Serán cosas electromagnéticas, pero las manos empiezan a lucir una ligera temblaera y lo que se creía como un acero afiladísimo se convierte en una hoja roma que no sabe atacar a los tomates. Debe de ser que los cuchillos de la tele no cortan. Esa es la sensación que tiene el cocinero concursante. No es lo mismo guisar en la cocina de casa, con el espacio controlado y libre de cualquier ojo curioso o de cualquier comentario imprevisto; a tener la presión del tiempo, de las cámaras, del ritmo y de los rivales, que siempre parecen más concentrados, más lucidos, más diestros. Los cuchillos sí cortan, pero al encenderse los focos parece que funcionan ajenos a las manos.

El canal Cosmopolitan quiso recrear para una docena de críticos de TV las condiciones extremas de la versión norteamericana y australiana de Masterchef, aún más adversas que la exitosa adaptación española que emite La 1. La escuela de cocina de Ramon Freixa en Madrid se ambientó como si fuera un programas de Gordon Ramsay y todo cambia cuando una simple receta se transforma en un desafío engorroso para salir adelante en una competición, debiéndose mirar de reojo cuando la sartén bulle con el aceite. Los cuchillos parecen no cortar, los ingredientes desaparecen de la vista pese a que están ahí y cualquier contratiempo se magnifica en la cuenta atrás. "No tengo tiempo de estar en programas de televisión porque me debo a mis restaurantes, pero esto de la cocina es el trabajo de la perfección, tratar bien los ingredientes y buscar la excelencia", expone Freixa, defensor de la moda de tantos programas porque "así en casa se comerá mejor".

Los concursos de cocina ante las cámaras no están hechos para aquellos padres de familia que hacían paellas los domingos o para las madres de siempre que necesitan su tiempo para sus contudentes platos tradicionales. Un Masterchef como los de Gordon Ramsay necesita del participante mucho conocimiento y técnica, inspiración y chispa. De lo contrario, la bronca del jurado está garantizada. Cosmopolitan descubre cada tarde la versión estadounidense y el Masterchef de Australia, con un crítico tan feroz como Matt Preston. En próximas semanas llegará el Masterchef Junior de Estados Unidos. Para hacer la hamburguesa de magret de pato de Freixa se necesitaba práctica y olfato. Ganó, por cierto, la web Sensacine. El equipo con el Grupo Joly quedó tercero.

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