Indignación en el vestuario por el arbitraje del madrileño

ndignación e impotencia a partes iguales. Los jugadores del Xerez no entienden aún el comportamiento de Lesma López en el encuentro ante el Girona pero sí saben que su actuación fue “vergonzosa”.

Miquel Robusté destaca que “fue un partido muy complicado, lo tuvimos todo en contra y así era muy difícil. No voy a decir fue premeditado pero a nosotros nos sancionan a la más mínima y a los rivales, no. Jesús Mendoza fue expulsado por dos manos involuntarias y Luso hizo un paradón en el área de ellos y el árbitro no vio nada, ni expulsión ni penalti. No me lo explico. Espero que este hombre tenga su castigo, igual que Mendoza, que no podrá jugar la semana que viene. Espero que no arbitre más y también espero no encontrármelo en otro campo de fútbol”.

El central añadió que “hubo compañeros que estaban muy enfadados al final y le recriminaron su actuación. Yo opté por irme para el vestuario porque con personajes así es normal que pasen estas cosas. A ver si los comités que tengan que tomar medidas lo hacen porque gente que daña al fútbol de esta manera debe estar fuera de la competición”.

Javi Iglesias no olvidará nunca su segundo partido como jugador de la primera plantilla y no precisamente por haber cumplido. “Ha sido un desastre todo, vaya actuación que ha tenido el árbitro. De todos modos, hay que pasar página y pensar en el siguiente encuentro porque como lo hagamos en éste, nos vamos a volver locos. De este árbitro no quiero saber ni el nombre, nos la ha liado dentro del campo y luego con el acta, no le han dicho tanto como ha puesto”.

Con la expulsión Mendoza admite que “me puse un poco nervioso pero cuando empecé a calentar en la banda y ya sabía que iba a entrar, me tranquilicé y sólo pensaba en hacerlo lo mejor posible. Ahora, ya sueño con tener una oportunidad en Chapín ante nuestra afición después de los dos encuentros que he jugado en Catalunya”.

Campano es uno de los veteranos de la plantilla y confiesa que “hoy es uno de esos días en los que no sabes ni qué pensar, ni qué decir ni qué hacer. Ha sido un desquiciamiento general. El partido era televisado y las imágenes hablan por sí solas, todo el mundo lo ha visto, así que no hace falta ni hablar”.

“Ha sido -añade el jugador sevillano- una lástima lo que ha pasado porque el planteamiento inicial del partido fue buenísimo, todo el mundo salió enchufado y les teníamos contra las cuerdas, pero hay cosas que son inevitables y esta vez nos ha tocado a nosotros. Lo que nos ha dado más rabia y nos ha producido impotencia son los continuos errores y todos en contra nuestra. Un árbitro es humano y se puede equivocar, es normal, nosotros también nos equivocamos, pero lo del sábado no tiene nombre. Insisto, que todo el mundo se mire tranquilamente las imágenes, no hace falta nada más”.

El lateral derecho también tiene claro a estas alturas que “algo hay que hacer porque ahora hay jugadores expulsados como consecuencia de su mala actuación y eso nos va a perjudicar bastante. Por ejemplo, José Mari vio la quinta amarilla en una jugada en la que le hacen penalti y en la que hasta dudó en expulsarle. De todos modos, en el vestuario esta semana tenemos que estar muy Hay que estar tranquilos y quedarnos con lo poquito positivo que hubo en el partido”.

Rafa Barber es uno de los futbolistas más tranquilos del vestuario azulino pero a la hora de hablar de Lesma López le resultaba imposible mantener la calma: “La verdad es que no hay palabras para describir lo que nos ha sucedido. Fue una tras otra. Nos pusimos por delante y lo teníamos todo a favor para ganar pero el árbitro ha tomado una serie de decisiones que han cambiado el rumbo del encuentro y todos nos jugamos mucho”.

El centrocampista valenciano explica también que “se siente impotencia. Él tiene que ser consciente de que no puede tomar decisiones a la ligera. El partido fue televisado y tiene que ver las imágenes, todos deben darse cuenta del daño que nos han hecho. Queda mucho, a ver si alguna vez nos pita a favor. Lo estábamos hablando antes del encuentro, que a ver si no sucedía lo de partidos anteriores. Estábamos cruzando los dedos y desgraciadamente ha vuelto a ocurrir”.