Xerez CD

Sin un acta que traerá cola

  • El árbitro opta por no redactarlo en el campo pero reflejará insultos de todo tipo al final

Juan Carlos Risueño, colegiado sevillano encargado de dirigir el encuentro de ayer entre Xerez y Pozoblanco, optó por no redactar el acta en el campo y lo enviará por correo certificado y también por correo electrónico a ambos clubes. Tal y como estaba el patio, el hispalense debió pensar que era lo mejor, aunque por falta de seguridad seguro que no.

 

Tras suspender el partido durante más de media hora por los insultos y amenazas que recibió uno de sus asistentes por parte de un aficionado xerecista desde dentro del mismo campo, en el Antonio Fernández Marchán se personó una pareja de la Guardia Civil para que el partido se siguiese disputando y minutos antes de que el choque finalizase también hicieron acto de presencia en las instalaciones hasta seis policías municipales, que se encargaron de velar por su seguridad en todo momento.

 

O casi en todo momento. Capi fue expulsado por doble amarilla por protestar ya prácticamente con el tiempo cumplido y cuando se retiraba a vestuarios, con un enfado de los que hacen época, menos guapo y bonito le dijo de todo, lo mismo que Marco Figueroa, que se encontraba presenciando el choque y no dudó en saltar al campo tras el pitido final. El ariete tuvo que ser sujetado por Barea López, delegado del equipo, y varios colaboradores del club azulino para evitar males mayores. El delantero, aún así, se acercó lo suficiente al árbitro como para explicarle lo que pensaba de él. Y seguro que el colegiado no lo pasa por alto.

 

La media hora de parón no sentó bien ni a unos ni a otros, aunque ese tipo de situaciones siempre suele beneficiar al equipo que va ganando, en este caso el Pozoblanco.  Durante más de treinta minutos, los futbolistas no pararon de calentar y de hacer ronditos bajo un importante chaparrón para no enfriarse. Cuando el partido se reanudó, los visitantes tiraron de experiencia y llevaron el juego a su terreno. Charaf, algo pasadito de peso, se convirtió en el centro de todas las críticas de los aficionados, que también aprovecharon para cantarle a Curro Pérez eso de pesetero. 

 

La tarde no invitaba a acudir al fútbol, pero los aficionados xerecistas más fieles sí que se desplazaron hasta Guadalcacín para seguir soñando con una permanencia casi imposible. Los futbolistas, a pesar de la decepción por la derrota y del enfado con el colegiado, al término del partido agradecieron a todos los seguidores su respaldo durante el encuentro.

 

La mayor parte de los integrantes de la Gestora, con Juan Manuel Cristóbal y Juan Miguel Becerra al frente, presenciaron el partido, lo mismo que algunos exjugadores azulinos. Juan Pedro, Queco o Jesús Mendoza no faltaron a la cita.

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