Marcelo Villaça, lateral izquierdo del Xerez DFC, es una un 'experto' en derbis, ya que ha jugado tres, y apuesta por mantener la racha: "Las estadísticas dicen que están para romperse pero también para mantenerlas y mejorarlas". Cree que el Xerez CD ha confeccionado esta temporada "una gran plantilla, es de los equipos llamados a estar arriba pero si sabemos utilizar nuestras armas nos podemos quedar con los puntos".

–¿Está siendo la semana diferente?

–Ya estamos en la cuenta atrás y tenemos ganas de jugar pero no ya sólo por ser un derbi, sino porque después del resultado en Ceuta tenemos ganas de hacer bueno ese punto en casa. Allí creo que merecimos más si nos atenemos al partido que hicimos, nos quedó mal sabor de boca. Tenemos ganas de competir, la temporada es atípica y tantos parones creo que no son buenos, este es el primero. De todos modos, a los compañeros que acabaron con problemas les ha venido de lujo para recuperar y coger sensaciones.

–Dos de dos en Chapín, ¿el objetivo es hacer del Municipal un fortín?

–Salimos a ganar en todos los campos pero es cierto que en casa las cosas nos están saliendo bien. Después de un empate siempre toca ganar.

–¿Se presenta más igualado el derbi esta temporada?

–Esta temporada, el Xerez CD es uno de los equipos llamados a estar arriba y nos va a poner las cosas complicadas, tienen una gran plantilla. Seguro que es un partido bonito para el aficionado y bastante disputado. Se va a definir por pequeños detalles, tendremos que explotar nuestras armas para que se decante de nuestro lado, tendremos que insistir mucho para que la balanza se decante a nuestro favor.

Fuerzas equilibradas

–¿Hay favorito?

–Creo que no. Cada partido es un mundo y cualquier equipo te puede poner las cosas difíciles. Esta temporada, el Xerez CD ha hecho una gran plantilla pero en un encuentro pueden pasar mil cosas que lo marquen. El pasado domingo, por ejemplo, Los Barrios se quedó con diez ante el Ceuta a los ocho segundos y aún así le plantó cara. Hay que tratar cada partido como una final y competir al máximo. Al final, de lo que se trata es que cada uno demos lo mejor para conseguir el mejor resultado colectivo posible. 

–En siete enfrentamientos, tres victorias y cuatro empates...

–Dicen que las estadísticas están para romperse pero también para mantenerse y mejorarlas siempre. Esto es como todo. Lo importante es hacer un buen partido y sacar lo mejor de nosotros, que así tendremos mucho terreno ganado.

–Todo el mundo destaca el potencial defensivo del equipo esta campaña, ¿qué opinión le merece?

–Estamos trabajando todos muy bien. Con el míster la actitud y el trabajo no se negocian, todos estamos enchufados y el que baje un poco la intensidad se queda fuera. Es muy exigente a todos los niveles y eso se nota, el equipo responde en los entrenamientos y toca hacerlo también en los partidos. Somos solidarios. El equipo diría hasta que está un poco más liberado, confía plenamente en lo que hace dentro del campo. Poco a poco, ya se va notando que tenemos una identidad definida. Logremos el resultado que logremos, la gente se identifica con el juego del equipo y eso es importante.

La afición, clave

–¿Hasta qué punto puede afectar que el encuentro sea a puerta cerrada?

–Es una pena pero es la situación que nos ha tocado vivir y hay que adaptarse a la nueva 'normalidad'. Seguro que todos nuestros aficionados nos apoyan desde casa cada uno a su manera. El día del Arcos lo pasamos mal, todo se nos hizo raro, parecía un partido de entrenamiento. La motivación la tenemos que buscar cada uno de forma intrínseca para dar cada uno lo mejor de nosotros. Nuestra masa social es grande, lo notamos dentro del campo y se echa en falta. Desde fuera nos darán fuerza.

–¿Cómo lleva una familia tan futbolera como la suya no poder acudir a los partidos?

–La verdad es que mal, toda la semana llevan preguntándome si se va a poder ver por televisión... Tienen mono, les encanta.