Zambombas de Jerez

¿Conoces la vasija, el carrizo y la tela de la zambomba de Jerez?

Coca probando los cañizos para una zambomba en Jerez / Miguel Ángel González

Imágenes de Jerez recorren el mundo en Navidad. Coros cantando en la calle villancicos, jerezanos que se animan a bailar junto a la fogata, el sonido rascando la botella de anís y el toque de la pandereta. Miles de personas cantando al unísono que vienen ya los Reyes Magos. Y el hilo conductor de todos estos momentos es la zambomba. La zambomba como fiesta cultural y la zambomba como instrumento en particular. 

¿Qué es una zambomba? Pocas personas la conocen mejor que José Manuel Coca. Desde hace más de 30 años, este artesano pone su sello a la zambomba, un instrumento "indispensable en Navidad para acompañar los villancicos". 

¿Cuáles son las partes de una zambomba? Hay tres partes claves y una cuarta muy especial. Coca explica que la zambomba está formada por una vasija, por el carrizo y por la tela. "Primero tenemos una vasija o tinaja. Después hay que tener en cuenta que no todos los carrizos suenan igual. Este elemento tiene un sonido único gracias al revestimiento de la caña. Y después tenemos la tela, que debe ser una muselina", detalla el artesano jerezano.

Para Coca hay un cuarto elemento ya indiscutible: "Yo le pongo un aparato para sujetar el carrizo. De esta forma se puede sacar la caña en cualquier momento sin que se estropee el instrumento. Además es muy útil para transportar la zambomba y que no se rompa el carrizo". 

"La tela además hay que apretarla con alambre y con hilo de cáñamo, y yo le pongo además un pegamento especial americano para sellarlo del todo. Calcula la fuerza que tienen dos manos constantemente moviendo la caña durante un mínimo de 7 horas tocando un día...", añade, quien detalla que "a partir de los 16 euros ya puedes tener una". 

Para Coca la zambomba está en auge y cada vez son más las personas que le piden una por Navidad: "Estoy mandando a Barcelona, Madrid, Huelva, Sevilla... Es una locura el interés que tiene ahora la zambomba. Eso sí, tengo que decir que hay que cuidar esto, y no me refiero al instrumento en sí, sino a la fiesta, a la celebración. Hay que cuidar mucho la zambomba para que no se nos vaya de las manos. Esto no debe ser una juerga, es cantar al Niño Dios". 

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