Un solo voto en blanco, y el resto, hasta sumar 103, afirmativos. El Parlamento eligió ayer a Jesús Maeztu nuevo Defensor del Pueblo de Andalucía, en sustitución de José Chamizo, cuya agria salida ha marcado este tránsito. El relevo se produce después de 17 años en los que el que fuera sacerdote de la Estación de San Roque ha dejado su impronta en la institución, aunque se da el hecho curioso de que Maeztu vuelve al mismo lugar. El nuevo Defensor ya ocupó este cargo en funciones durante 1996, justo hasta la elección de Chamizo. "Lo he hablado con él, no cabe la comparación entre ambos, cada uno tenemos nuestro propio estilo", aseguró Maeztu nada más ser elegido en una votación a la que no acudió su antecesor. "Marcaré mi estilo", indicó el nuevo Defensor, que tomará posesión la semana próxima, y que no quiso dar importancia a la ausencia de José Chamizo.

Una de las diferencias con su antecesor es que Maeztu cree en la limitación de mandatos, incluso en los casos en los que no sea un imperativo legal. Chamizo estuvo en el cargo 17 años, pero Maeztu aclaró ayer que él sólo desea estar uno, de una duración de cinco años, y básicamente porque dentro de poco cumplirá 70 años. Ambas personas, sin embargo, han tenido perfiles parecidos. Maeztu también fue sacerdote en un barrio, entonces, marginal de Cádiz -el Cerro del Moro-, pero dejó la Iglesia por desencuentros con la jerarquía. Hasta ahora, ha sido el comisionado especial para el Polígono Sur de Sevilla.

Uno de los problemas que va a tener que abordar el nuevo Defensor es el del mantenimiento de la paridad de género en la institución. En el plazo de 15 días, él debe proponer a los partidos del Parlamento los tres nombres de sus adjuntos. Para guardar la igualdad, dos de ellos deberían ser mujeres, de modo que, en el conjunto, sean dos y dos. Sin embargo, hay problemas entre los partidos. El PSOE parece estar decidido a que siga su representante, que es mujer. Por tanto, o PP o IU deberían elegir también a otra, pero la intención de los partidos es que estos tres adjuntos cuenten por separado, de tal modo que se salve el escollo de la paridad. De todos modos, se esperará a tener un informe de los letrados del Parlamento. Maeztu no se quiso pronunciar sobre este asunto, aunque admitió que a los partidos les queda esa duda. Sí dijo, sin embargo, que la institución era unipersonal. De seguir esta teoría, bastaría con que entre los adjuntos hubiera sólo una mujer, ya que Maeztu se consideraría un cargo independiente del resto.

El nuevo Defensor también quiso obviar las últimas declaraciones de José Chamizo, en las que aseguró que hay un vínculo entre algunos políticos andaluces y el negocio del narcotráfico. "No sé con que datos contará él", respondió Maeztu, que durante todos estos días ha evitado mantener alguna polémica con su antecesor. Antes de irse, Chamizo echó la culpa de su salida a la "chica de Presidencia", en referencia a Susana Díaz, consejera de este departamento; a "un psicópata" del PP, y se mostró decepcionado con José Antonio Griñán y Diego Valderas.