El Federico Mayo, ayer dirigido desde el banquillo por el tándem Samuel-Ochoa, cuajó un buen partido pero le faltó rematar la faena con la victoria. Ésta pudo llegar en el descuento en un mano a mano de Oku con el portero racinguista, pero el guardameta abortó el peligro con una intervención muy acertada. En los mayistas destacó sobre todo la buena actitud y la capacidad de sacrificio de unos jugadores que siempre quisieron hacerlo bien.

Las cosas se pusieron feas para el Federico Mayo demasiado pronto, ya que cuando corría el minuto cinco David adelantó con su gol al Portuense B

lógicamente un tanto tan tempranero de los visitantes cayó como un jarro de agua fría en los jerezanos, pero a pesar de todo los del campo de La Juventud no bajaron la guardia e intentaron por todos los medios restablecer la igualada lo antes posible.

El Federico Mayo pudo empatar antes del descanso, pero hubo que esperar hasta el minuto 75 para que Diego hiciese justicia y marcara el empate. En resumidas cuentas, poco premio para un Federico Mayo, aunque a tenor de los se vio ayer en el campo de La Juventud hay motivos para la esperanza de poder remontar.