La provincia de Sevilla no participa del humilde oasis en que viene convirtiéndose el paro registrado desde abril. En julio el dato fue malo de nuevo: 2.086 desempleados más que el mes anterior para un total de 212.867. Un año atrás, las listas del Servicio Andaluz de Empleo registraban 14.001 parados menos. Sevilla empeora tanto en tasa intermensual (+0,99%) como interanual (+7,04%). En términos absolutos, es la provincia con más parados de Andalucía y la cuarta de España sólo por detrás de Madrid, Barcelona y Valencia. La radiografía del pasado mes también la sitúa entre las tres provincias andaluzas menos dinámicas junto a Huelva y Jaén.

Ningún sector productivo se libró de las malas noticias. El campo sumó a las listas del paro 189 personas más; los servicios -pese al teórico impacto del verano, que en realidad aleja a muchos nativos aunque a la vez atraiga a un puñado de extranjeros- aportaron 867; la construcción, otros 702; la industria, 27; y el colectivo sin empleo anterior, 301. En términos absolutos, los servicios (114.633) y el ladrillo (41.528) son los nichos que más desempleo generan.

El reparto por sexos sigue siendo desigual: hay más mujeres paradas (111.324) que hombres (101.543), aunque el mercado laboral se porte mejor con la juventud femenina (menores de 25 años), donde hay unas 1.700 desempleadas menos en comparación con el total masculino (12.764).

La contratación no dio alegrías ni deparó sorpresas. La provincia firmó 62.249 contratos, 9.244 menos que el mes anterior y 3.300 menos que el mismo mes del año anterior. Los indefinidos son una especie en vías de extinción: apenas se cerraron 2.628, el 4,22% del total, 208 menos que en junio y 241 menos que hace un año.

48.023 parados recibieron en julio la prestación por desempleo, 68.999 el subsidio y otros 13.211 la renta activa de inserción.

En cuanto a la Seguridad Social, Sevilla perdió 6.177 afiliados respecto a junio.