La crítica

Al baile lo que es del baile

  • Antonio Canales, Karime Amaya, y Jesús Carmona brillan en 'Gala Flamenca'

Sin dramaturgia y con unas directrices básicas y muy concretas discurre 'Gala Flamenca', un espectáculo que pone de manifiesto aquello que decía el maestro José Antonio en el Ballet Nacional, 'haga usted lo que quiera, pero hágalo bien'. Bajo esa premisa, Gala Flamenca es un trabajo hilvanado bajo un patrón correcto, no hay excentricidades ni búsquedas, no existen intimidades ni conceptos abstractos, al revés, transcurre por una estructura organizada (a lo mejor no ordenada como debiera)  que se apuntala con una iluminación cuidada. Quizás pueda tener un trasfondo estereotípico, por lo menos en cómo están enfocados ciertos detalles, pero al fin y al cabo hay que entender que está hecho para girar fuera de nuestro país y eso, en términos comerciales, es comprensible, independiente de que te pueda gustar más o menos.  

 

Todos los artistas tienen su momento en esta gala flamenca, si bien es verdad que algunos, como los casos de Karime Amaya y Jesús Carmona llevan el peso real del mismo y lo hacen a gran nivel. A su lado, Canales, la esencia viva del baile, un artista capaz de encender la mecha del público con un simple braceo o movimiento de cadera, y Carlos Rodríguez, que asume la parte más intelectual, la más academica, y no por ello menos vistosa ni tentadora.

 

Todo circula con dinamismo desde el principio sin que nadie pierda la atención de lo que está viendo. De la soleá por bulerías de Carlos Rodríguez, con un baile cargado de plasticidad, se salta al paso a dos majestuoso de Jesús Carmona y Lucía Campillo, un pasaje de trilla en el que sólo con el cajón, las palmas y la voz de Rocío Bazán resulta de lo más llamativo.

 

Luego es Canales quien toma el mando. Lo hace con sones de soleá y recitando. Lástima que el sonido, mal durante algunos lances de la noche, le sacara del sitio. Aún así, Antonio es capaz de poner bocabajo el teatro. Por tangos, los de la Chumbera, nos remolca hasta Graná y consigue poner a sus pies a la sala. Sabe esperar el cante, gustarse, bracear, es un grande. Con la gente enloquecida, algo incomprensible, un descanso. ¿Para qué? Llevábamos sólo 40 minutos.  

 

A arrancar de cero. Por caracoles, Karime, con bata de cola y pequeño cuerpo de baile, parece como si no estuviese cómoda a pesar del perfecto atrás de Antonio Campos e Ismael de la Rosa. Todo lo contrario que instantes después cuando se mete por seguiriyas, donde sus pies vuelan. Es temperamental, vistosa y baila con hechuras. Agranda cada día que pasa su figura sobre el escenario. 

 

Pero si hablamos de condiciones hay que poner nombre propio, Jesús Carmona. Con traje y fajín a juego, el bailaor barcelonés derrocha empaque con sólo sentarse. Trabaja los silencios, y exhibe su amplio conocimiento dancístico con giros precisos y preciosos. A veces parece imposible que meta a compás tan agresivas coreografías, pero lo hace.  El público así se lo reconoció, llevándose una de las ovaciones más grandes de la noche. 

Gala Flamenca

Baile: Antonio Canales, Carlos Rodríguez, Karime Amaya y Jesús Carmona. Cuerpo de baile: Lucía Campillo y Carmen Coy. Cante: Rocío Bazán, Antonio Campos e Ismael de la Rosa. Guitarras: Paco Cruz y Daniel Jurado. Percusión: Miguel Cheyenne. Violín: Roman Gottwald. Coreografía: Ángel Rojas, Antonio Canales, Carlos Rodríguez, Jesús Carmona, Karime Amaya y Manuel Liñán (caracoles). Música: Paco Cruz, Gaspar Rodríguez, Enrique Terrón, Manuel Liñán, Daniel Jurado y Antonio Rey (soleá por bulerías). Director: Ángel Rojas. Regidor: Marc Bartoló. Luces: David Pérez. Sonido: Ángel Olalla. Road manager: Alex Salade. Sastrería: Lola Pedraza. Realización Día: 23 de febrero 2014. Lugar: Teatro Villamarta. Aforo: Lleno.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios