Un año de la primera tienda de Cáritas

El escaparate de Cáritas

  • 'Cuatro Corazones', la primera tienda que abrió para visibilizar los proyectos de economía social que impulsa la institución, cumple un año.

  • Se han creado 9 empleos de inserción

Imagen de la inauguración de la primera tienda de Cáritas en la calle Madre de Dios hace un año

Imagen de la inauguración de la primera tienda de Cáritas en la calle Madre de Dios hace un año / PASCUAL

Hace poco más de un año Cáritas inauguraba su primera tienda 'Cuatro Corazones' en la calle Madre de Dios y el pasado mayo la institución abrió una segunda en la calle Algarve con el nombre 'Moda Re'. Son el escaparate de la apuesta que Cáritas ha hecho por la economía social como base para la creación de empleo.

Transcurridos estos meses, el director de Cáritas, Francisco Domouso, vuelve la vista atrás para explicar las motivaciones que llevaron a la institución a poner en marcha esta iniciativa, precedida, por otro lado, por las experiencias de otras Cáritas del país. "La frustración que tenemos en Cáritas es que preparamos a personas, gente trabajadora que tiene ganas, pero la dejamos un poco expectante porque no les encontramos trabajo. La realidad es esa, no hay puestos de trabajo en Jerez y por eso creamos la empresa de inserción, con la filosofía además del reciclaje y la economía sostenible".

En la primera tienda, 'Cuatro Corazones', se ponen a la venta los artículos de los tres proyectos en los que desde hace tiempo trabaja Cáritas: el reciclado textil, el reciclado de muebles y el de agricultura ecológica, sector este último que Domouso considera que es en este momento la alternativa. "Aquí con pequeños huertos y a través del iniciativas del tipo como la nuestra pues hay gente que puede vivir, no se van a hacer ricos, siempre hemos dicho que la tierra no te va a hacer rico pero te evita pasar necesidades".

Cáritas dispone para este proyecto de un huerto en el Convento de Capuchinos de Sanlúcar mediante un convenio con la orden, una pequeña finca alquilada en Nueva Jarilla unos terrenos de la antigua azucarera de Guadalcacín, que fue donde comenzó la iniciativa. Allí la actividad se está especializando en viveros de semillas y en recuperación de plantas autóctonas, "con la finalizar de encontrar no solo para la siembra de nuestros cultivos sino también de poder vender el día de mañana", aclara Domouso.

En cuanto al reciclado de muebles empezó como un taller de habilidades para personas sin hogar en la calle Argüelles y es otra de las 'ramas' de la empresa de inserción y por último, el reciclado de ropa, para el que se dispone de una nave de almacenamiento y transformación en el Polígono Santa Cruz y las dos tiendas abiertas al público.Domouso se muestra prudente respecto a la trayectoria de estos comercios. "La primera tienda por lo menos no cuesta dinero. Vamos tirando".

Lo importante es que en el conjunto de los tres proyectos se han creado en un año nueve empleos directos de inserción, trabajadores con un contrato reglado. "Y sin ningún tipo de ayuda oficial -recalca. Con lo que vamos consiguiendo en las tiendas pagamos parte de las nóminas, teniendo en cuenta que tienen además otros muchos gastos. El dinero que se pueda ganar es para invertir en la creación de puestos de trabajo, aquí no hay ganancias para obtener un lucro", apostilla.

Lo que sí era objetivo de Cáritas es que estos proyectos acabasen constituidos como una empresa formal, 'Casa Común'. "Tenemos que decir a la sociedad que no por ser de Cáritas o de la Iglesia vale todo. Aquí tenemos que trabajar de una manera profesional porque hay que abrir la visión al empresariado de que las personas que pasan por nosotros están perfectamente formadas para realizar un trabajo".

Cáritas participará esta semana en la I Feria de Economía Social de Jerez

Asegura Domouso que le preocupa también la sensación a veces extendida de que "en Cáritas tenemos de todo y nos sobra de todo. Me lo dicen muchas veces y en absoluto. Lo que tenemos es muchas ganas de sacar a las personas de los problemas con los que vienen, principalmente como consecuencia de la falta de empleo. Además también venimos denunciando desde hace tiempo que ahora mismo ni siquiera un empleo saca de la pobreza. A nosotros nos piden ayuda personas que tienen un trabajo pero es que con 800, 700 o 600 euros no puede vivir una familia con tres hijos".

Insiste además en que a la puerta de Cáritas llaman continuamente personas derivadas de los servicios sociales. "Es que tenemos que ser conscientes de que estamos en una zona muy empobrecida. No gusta ese lenguaje pero Jerez es pobre y no podemos vivir de las fantasías. Ha perdido un tejido industrial muy importante y no ha habido alternativas, más allá del sector servicios, que se sabe cómo está".

De ahí, la entrada de Cáritas en la economía social. "Ya que no tenemos una industria fuerte ni empresas fuertes, vamos a crear pequeñas economías donde el centro de la producción sean las personas y en nuestro caso, personas que están metidas en un pozo". Es, según Domouso, el granito de arena de la institución, después de años de apuesta por la promoción de las personas, de decidir que repartir kilos de alimentos no era suficiente y que además ya había muchas entidades que lo hacían, pero viendo también con cierta decepción que, a pesar de ello, esas personas que forman no encuentran trabajo.

Desde Cáritas, que la próxima semana participará en la I Feria de Economía Social, creen que debe ser el foro adecuado para transmitir el mensaje de que otro tipo de economía es posible.

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