Patrimonio

Controversia por la instalación de tarima flotante en la Cartuja en Jerez

Antes y después del suelo en la zona del coro de la Cartuja.

Antes y después del suelo en la zona del coro de la Cartuja.

Asociaciones en defensa del patrimonio, expertos y ciudadanos en general han mostrado su sorpresa y rechazo, o no, por las nuevas 'intervenciones' que las hermanas de Belén están realizando en el interior de la Cartuja. Concretamente, y según imágenes que han sido publicadas en redes sociales tras la apertura a las visitas de forma excepcional en el Domingo de Resurrección, "se ha instalado tarima flotante sobre un suelo de mármol policromado del siglo XVIII". Una 'redecoración' que, al ser este monumento Bien de Interés Cultural (BIC), "debería estar bajo vigilancia de la Junta de Andalucía, con el mismo interés que han mostrado por el mal estado del Archivo Municipal de Jerez", denuncian desde la Asociación en Defensa del Patrimonio Cultural (DEPA). 

Usuarios de foros de Facebook como 'Cosas jerezanas que se han perdido con el tiempo' achacan esta situación al abandono del patrimonio por parte de la Junta: "esta situación se produce porque los verdaderos propietarios (la Junta de Andalucía) no se hacen cargo del mantenimiento. Si alguno de ustedes alquila una casa y el dueño no se hace cargo del mantenimiento ¿que harían? Yo desde luego arreglarla gastando lo mínimo ya que no se hasta cuándo va querer el dueño que esté ahí. Si tienen que recriminar algo háganlo al gobierno andaluz y no a cuatro ancianas que por cierto no han destruido nada ya que el suelo original probablemente está debajo en el mismo estado que se vio por última vez". Otro usuario apunta que "si las monjas no estuvieran allí, aquello estaría ya expoliado y en ruinas. Distinto es que las distintas administraciones se echen el muerto unas a otras y la Cartuja no vea un duro".

Y, por otra parte, recuerdan que "esto se ha denunciado muchas veces. Estas monjas pseudo cartujas aborrecen del patrimonio heredado, y pretenden convertir la Cartuja en una suerte de espacio moderno de líneas rectas y colores claros con decoración de iconos neobizantinos. Ya blanquearon la Capilla de Caminantes, pintaron su retablo y cambiaron sus sillas por bancos hechos con palés. Sustituyeron el altar por una especie de baldaquino, mandando a "freír monas" la escultura de José de Arce de San Bruno para sustituirla por una pintura de las suyas. Esto es lo que se ve, podemos imaginar de puertas para adentro". Un historiador añade además que en la capilla del Capítulo de Legos "han puesto una pared de pladur en medio". 

A estas quejas por las intervenciones en la Cartuja por parte de las monjas se suma la negativa de las mismas a abrir el monumento a las visitas, pese a lo legalmente exigido en la Ley de Patrimonio. Al respecto, la Asociación en Defensa del Patrimonio Cultural (DEPA) celebró este miércoles una protesta para exigir la apertura a visitas del monasterio de la Cartuja y entregaron en el Obispado más de 600 firmas demandantes de esta apertura. 

Hay que destacar que el edificio, declarado BIC, es propiedad del Estado, el usufructo pertenece a la Diócesis de Jerez, que lo tiene cedido a las hermanas de Belén. Pero es la Junta la que tiene transferidas las competencias de Patrimonio Histórico y es quien autoriza y supervisa las actuaciones y el cumplimiento de la ley. El mantenimiento corresponde a la Diócesis, que invoca a los poderes públicos para que participen en las restauraciones. 

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