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Carlos Llandres, compañero de equipo de Félix Rodríguez de la Fuente y autor de 'Contaba Félix...'

El amigo de Félix

  • El naturalista Carlos Llandres recuerda al conocido divulgador ambientalista en el Zoobotánico de Jerez

  • Con sólo 13 años empezó con Rodríguez de la Fuente y se salvó de la tragedia por 15 días

Aún la sintonía de 'El hombre y la tierra' consigue paralizar al que la escucha. La voz inconfundible de Félix Rodríguez de la Fuente sigue en la memoria de muchos, guardada como uno de esos tesoros de la comunicación y la divulgación de la naturaleza. Descubrir el mundo a través de sus ojos, unos ojos que también contemplaron el Zoobotánico de Jerez

Fue el 14 de septiembre de 1972 y la visita se inmortalizó con varias fotografías y una dedicatoria en el libro de honor en la que Rodríguez de la Fuente puso en valor "una instalación pionera en la historia de los zoos españoles". 

47 años después, Félix ha vuelto a pisar el Zoobotánico de la mano de su compañero de equipo y amigo, Carlos Llandres. El naturalista y divulgador científico dio el pasado viernes una conferencia basada en su libro ‘Contaba Félix’, que versa sobre la figura de Félix Rodríguez de la Fuente, el pasado y su legado en la actualidad.

"Es un libro muy personal que he tardado 39 años en escribir. Éramos cinco personas en el equipo y tres se mataron en un accidente, entre ellos el capitán del equipo. Fue un palo muy duro que cuesta asimilar. He tardado muchos años, pero decidí contar cómo era Félix de verdad, porque además de que se escuchan muchas tonterías, he tenido la suerte de ser su amigo personal", declara Llandres.

El naturalista se salvó de la tragedia porque le caducó quince días antes el seguro de vida y volvió a España. Tenía 23 años. "Nos íbamos luego a África y a las Islas Galápagos. Félix me dijo que como me rompiera una pierna él me lo tendría que pagar, así que me mandó para España. Me dijo 'acuérdate de que el 14 de marzo es mi cumpleaños y te llamaré para que me felicites’'. Eso era una cosa sagrada para nosotros, los cumpleaños. Éramos cinco personas que siempre estábamos alejados de nuestras familias", relata. Y el 14 de marzo sonó el teléfono, pero era la viuda de Félix: "Escuché 'corre Carlos, vente para acá que se han matado todos'. Me fui para su casa y empezó una nueva historia de mi vida".

Desde los 13 años Llandres estuvo al lado de Félix. Un mapa de nidos de halcones peregrinos que realizó un jovencísimo Llandres llamó la atención de Rodríguez de la Fuente. Normal. El niño de 13 años había localizado 50 cuando el naturalista sólo tenía controlados 14. Desde entonces, entre semana estudiaba y los fines de semana se iba de aventuras con su 'jefe'. "Para mí Félix fue un tutor, una persona que me enseñó a hablar, a conocer la naturaleza, a verla desde otro punto de vista y me metió en vena la droga de la naturaleza y de la aves. Soy ornitólogo profesional. Además, era mi amigo, mi segundo padre", reconoce.

"Mucha gente me dice que es hijo de Félix. En aquel momento estaban el Rey Juan Carlos y Félix Rodríguez de la Fuente como los dos personajes más populares del país. Y sigue creando escuela. Félix ha sido el único que ha conseguido callar el ruido de un bar en España cuando se escuchaba su sintonía", subraya el autor de 'Contaba Félix...'.

Félix estuvo en Jerez "para ver lobos" y Llandres se ha quedado impresionado de las aves. "Ahora que estamos viendo lo de los ibis eremitas es una maravilla que hayamos llegado a esto. Una especie que está amenazada y tiene riesgo de extinción, pues gracias a los zoos como el de Jerez podemos saber que no se va a extinguir y que va a salir adelante. Y este es un concepto que él tenía muy claro", señala Llandres.

El escritor pone en valor que "la evolución de los zoos en la historia es tremenda. Egipcios, romanos... Es una forma de enseñar lo bonito que es el mundo a través de los animales". "La función de los zoológicos hoy día es vital. Ahí afuera está lloviendo mucho, están pasando cosas muy graves en el mundo a las que no damos ningún valor y gracias a los zoos hay reserva genéticas de los animales. Y cuando decimos que no se va a extinguir es muy importante, porque hablamos de no perder biodiversidad en el planeta", remarca.

En relación al de Jerez, Llandres no duda. "Este zoo compite en el top de los parques nacionales, si no es el mejor de España, será el mejor y un poquito menos... Madrid y Barcelona son zoos urbanos, la ciudad se los ha comido, aquí no hay el ruido que hay en el de Madrid. Aquí se escuchan a los animales". 

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