El delegado territorial del Gobierno andaluz en la provincia, Fernando López Gil, y su homólogo en Agricultura, José Manuel Miranda, intercambiaron ayer impresiones con los responsables del Consejo Regulador, Beltrán Domecq y César Saldaña, para empezar a definir las líneas concretas de actuación en el sector del vino dentro de la nueva estrategia de reparto de los fondos europeos, la denominada ITI a través de la que la Junta corresponde gestionar cerca de 400 millones de euros adicionales hasta 2020.

Dentro de las grandes líneas de actuación de la ITI esbozadas por la Junta para el sector agroindustrial, el enoturismo cuenta con un montante inicial de 6,8 millones de euros, a la que se sumarán otras partidas aún sin cuantificar a través de otros programas que permitan "hacer más rentable y más competitivo al sector", explicó antes del encuentro López Gil, quien citó como ejemplo de otras líneas de las que se podrá beneficiar el sector la modernización de espacios agrarios, dotada con 16 millones.

"La UE nos dice los sectores que tenemos que utilizar de palanca porque tienen capacidad de crecimiento y uno de los que nos ha marcado claramente es el sector del vino", para el que "a través de la ITI vamos a hacer una estrategia integral para atender sus necesidades desde las distintas consejerías", explicó el dirigente socialista.

Según López Gil, tras las reuniones con las grandes mesas sectoriales -la ITI tiene cuatro patas de actuación: agroindustria, turismo, aeronáutica, naval-, la Junta inició ayer las reuniones específica con los subsectores, en este caso el del vino, "para afinar qué es lo que hace falta". "La idea es acordar estrategias comunes dentro de lo que ya tenemos descrito con posibilidades de financiación, que los sectores nos digan hacia donde enfocar esa financiación, y eso es lo que estamos haciendo poniéndole orejas a los que saben", puntualizó López Gil.

Para hacer más rentable y competitivo el sector del vino, el responsable autonómico admitió que "hay mucho por hacer en materia de formación, en promoción, en captación de inversiones, en modernización de las empresas, en espacios turísticos que complementen la producción vitícola, en la incorporación de jóvenes, en la investigación y la innovación, además de en otros elementos, llámese abaratar costes de producción, ahorrar costes energéticos, hacer una planta de destilación o lo que necesite el sector para que el conjunto de acciones sea una estrategia consensuada y seamos capaces de llegar a estos acuerdos antes de verano para, a partir de ahí, aplicarla".

Todo puede tener cabida en el saco de la ITI agroindustrial, dejó entrever el delegado al asegurar que "si el sector plantea llevar agua y luz a las viñas y es financiable, cosa que desconozco, se hará".

Sobre las críticas al enfoque de la gestión de la ITI de miembros de la mesa de la agroindustria recogidas por este periódico, López Gil aseguró que en la mesa están representadas todos los colectivos y asociaciones empresariales, que han aprobado todos los proyectos por unanimidad y nadie se ha quejado nunca. El delegado lamentó, en este sentido, que se viertan críticas desde el anonimato amparándose en el sector y no se haga en la mesa de participación, en la que insistió en que "el sector está representado por las asociaciones empresariales y nunca han puesto reparo".