Tras los últimos incidentes en Guadalcacín, la alcaldesa pedánea, Ana Lirio, pidió ayer a la Policía Local que actúe con más contundencia a la hora de sancionar a los jóvenes que participan en el botellón que se celebra cada fin de semana a las puertas de una discoteca de esta pedanía. La regidora socialista afirmó ayer que desde el Consistorio de la localidad "siempre hemos tomado las medidas oficiales que hemos podido y que estaban a nuestro alcance".

De hecho, recordó que se trata de un problema anterior a que ella llegase al Ayuntamiento, pero aseguró que desde el inicio de la legislatura "en la Mesa de Seguridad siempre he llevado como 'tema estrella' los problemas del botellón". Por estos motivos, insistió en la necesidad de que se aplique "la ley antibotellón y que el 092 actúe de oficio sin tener que esperar ninguna autorización política. Es lo que hemos pedido siempre". Al mismo tiempo, Lirio insistió en que se trata de un problema que es competencia de la Policía Local, tal como le han comunicado desde la subdelegación del Gobierno, aunque "la Guardia Civil siempre ha colaborado con nosotros y ha reforzado el número de controles, en coordinación con el 092".

La alcaldesa pedánea aseguró que, "viendo que el problema podía agudizarse este verano", ya se reunió antes de la Feria del Caballo "con el objetivo de tomar medidas una vez que terminasen las fiestas porque los jóvenes se iban para Jerez". Así fue como desde el propio Consistorio decidieron convocar la manifestación para el pasado sábado día 8. "En aquel momento ya dejamos claro que debíamos dejar un tiempo prudencial para comprobar los resultados, pero un grupo de vecinos decidió por su cuenta hacer patrullas", señaló Lirio.

Ante esta situación, la regidora de Guadalcacín reiteró ayer que no apoyan estas patrullas vecinales porque son los agentes los que tienen que controlar a esta presencia masiva de jóvenes. "Sé que la paciencia tiene un límite pero eso no justifica que salgan ellos a la calle y que pasen cosas como las de este fin de semana", destacó, recordando que "desde la Guardia Civil ya nos habían advertido que podía pasar algo así, porque los vecinos no pueden controlar todo lo que se va a producir, ya que son muchos los jóvenes".

Ana Lirio insiste también en que en numerosas ocasiones ha solicitado al Ayuntamiento matriz una solución urgente, ya que preveía que la paciencia de los vecinos se acabaría, tal y como ha sucedido. Por estos motivos, reiteró que los agentes deberían levantar muchas más sanciones durante las noches de los sábados, y no sólo informar a los jóvenes, ya que en muchos casos la situación es extrema.

Por otro lado, la alcaldesa de Guadalcacín mostró su rechazo, al igual que ya hicieran los vecinos, a la propuesta de instalar un botellódromo en la zona. Justifica esta negativa porque dice que la pedanía no cuenta con medios económicos suficientes para mantener esta infraestructura, ni tampoco hay terreno para instalarlo. "Así lo hice saber en una reunión que tuvimos en Alcaldía el pasado 31 de julio", recordó, destacando que tampoco sería bueno tenerlo porque podría producir "un efecto llamada entre los jóvenes. No tiene sentido cuando los que vienen aquí son de otros puntos de la provincia e, incluso, de fuera de Cádiz" .

Así las cosas, la alcaldesa (que ayer se reunió con los vecinos) confirmó que había solicitado una reunión "de urgencia de la Mesa de Seguridad en Guadalcacín para tratar sólo este problema". Un encuentro que podría producirse esta misma semana, dado que desde el Consistorio pedáneo temen que el conflicto se agudice el próximo fin de semana. Hay que recordar que los vecinos se han vuelto a organizar en patrullas el pasado sábado para controlar a estos jóvenes, y la madrugada se saldó con una agresión a una de las vecinas de la pedanía por parte de una de las personas que participaba en el botellón y que amenazó, según apuntaron los testigos, en regresar con "familiares y armas blancas" el próximo día.

De producirse una nueva protesta sería la cuarta que protagonizan los vecinos que ya han denunciado en anteriores ocasiones que son pocas las multas que pone la Policía "que se dedica más a vigilarnos que a estar pendientes de los jóvenes". Incluso criticaron que "los jóvenes habían sido desviados a beber en la Ciudad del Transporte, pese a que ahí también está prohibido hacerlo". Tal es el conflicto que en las últimas semanas se ha reforzado la presencia de los Cuerpos de Seguridad en la zona, aunque hasta el momento no ha habido que lamentar incidentes graves. Será, no obstante, la Mesa de Seguridad quien decida en los próximos días las medidas a seguir para evitar que la situación vaya empeorando tras los primeros incidentes.