La comitiva rociera ya cumple hoy con el segundo día de camino que, desde el paraje de la Marismillas, la dejará en las Carboneras, casi al pie de los arenales de los Ánsares.

El del jueves es el día en el que menos se avanza, apenas unos 12 kilómetros en comparación con la jornada de ayer en la que hubo que superar la carretera de Sanlúcar, cruzar el río y adentrarse los primeros kilómetros por entre los pinos de Doñana.

José Mazuelos oficia la misa de la hermandad de Jerez en Marismillas from Joly Digital on Vimeo.

La primera cita de la jornada ha sido esta mañana a las 11:30 horas con la misa de campaña que como cada año ofició, junto al cura de Jerez, el obispo diocesano, monseñor José Mazuelos Pérez, eucaristía en la que también estarán los rocieros de El Puerto de Santa María junto a la carreta de su Simpecado.

Es una jornada muy tranquila en la que casi todo se toma con mucha calma dado que hay que dejar que avancen las hermandades que preceden a la de Jerez, que es la última en atravesar el Coto. El angelus se rezará en la misma rodá que conduce hasta la laguna del Carrizal, donde se parará a almorzar.

Justo antes, se disfrutará de un buen rato de oración y cante ante el Simpecado, todo protagonizado por los peregrinos que hacen el camino a pie. Tras el largo descanso del rengue se volverá al sendero para entrar en las cercanías del cerro de la Raya o del Trigo, el primero de los arenales que dibujarán ante los rocieros la inmensa belleza de Doñana.

Es un espacio de rubias y finas dunas de arenas salpicadas de verdes pinos que se despliegan en el singular cromatismo del Coto y que aparece tras atravesar el pórtico que se abre en lo más alto de la Cuesta de la Leche. Eso será a la caída de la tarde cuando el sol de poniente vaya poniendo el final de lo que fue un caluroso pero magnífico jueves de camino.