El negocio del envinado de botas de jerez para el envejecimiento de bebidas destiladas, principalmente whisky y ron, va como un tiro. Desde que el Consejo Regulador puso en marcha hace año y medio el sistema de certificación de esta actividad, de carácter voluntario, ya se han expedido más de 50.000 tarjetas que acreditan la trazabilidad del producto frente a las injerencias de empresas de fuera del Marco que hacen uso ilícito de algunos de los términos protegidos por la Denominación de Origen para la comercialización de estas botas con el nombre, principalmente, de 'sherry casks'.

Al margen de las 50.000 botas puestas ya a disposición de los clientes, el Consejo tiene actualmente bajo supervisión otras 65.000 unidades de 'sherry casks' en alguna de las doce empresas que voluntariamente se han acogido a este sistema de certificación que. Las botas salen con un envinado medio de algo más de 30 meses, exigiéndose un mínimo de un año para su comercialización, según los datos facilitados ayer por el Consejo a los vocales del pleno, a los que ofreció información detallada de la evolución de una actividad que mueve ya muchos millones de euros, explicó el director de la institución del vino al término de la sesión plenaria.

Las altas de tres nuevos almacenistas y otros tres exportadores avalan el resurgir del vino de Jerez

La tarjeta que expide el Consejo y que va grapada a cada bota contiene un código QR con toda la información sobre el proceso: indica la tonelería de la que procede la bota, el tipo de roble empleado en su elaboración, el tipo de vino que contiene, el tiempo de envinado...

Dentro del Marco también hay empresas que se dedican a esta actividad sin someterse a la supervisión del Consejo, desde el que se recuerda que sin la tarjeta no se permite el uso del término 'sherry cask' ni de ningún otro nombre protegido por la Denominación de Origen -fino, manzanilla, oloroso, amontillado, Pedro Ximénez...- en las etiquetas de las marcas de destilados que completan su proceso de envejecimiento en botas envinadas con jerez y que se interpreta como un símbolo de prestigio.

El resurgir y el buen momento que atraviesa el jerez viene igualmente avalado por las altas en el registro de bodegas registradas por el Consejo Regulador en los últimos tiempos, hasta seis inscripciones divididas entre tres nuevos almacenistas y otros tantos exportadores, situación sin precedentes de la que se dio cuenta en la sesión ordinaria del mes de noviembre.

Los responsables del Consejo informaron igualmente al pleno de otros asuntos de actualidad, caso de la reciente reunión mantenida con la Consejería de Agricultura y en la que el titular del ramo, Rodrigo Sánchez Haro, presentó un análisis del sector vitivinícola y expuso las acciones previstas por la Junta para reforzar la presencia de los vinos andaluces en los canales de distribución.

Precisamente, ayer se presentó a los vocales la propuesta de modificación de la estrategia de comunicación, estudio realizado por agentes externos y que, en resumidas cuentas, aboga por concentrar la inversión genérica en los principales mercados y su enfoque hacia el consumidor final.

Las organizaciones agrarias analizarán el documento con vistas a la aprobación de la nueva estrategia en un pleno extraordinario que se celebrará entre finales de diciembre y principios de enero.

Los vocales del vino también conocieron, entre otros asuntos, los detalles del cambio normativo para el abandono en México de la elaboración de vino generoso 'tipo Jerez' y los planes del Consejo para dar mayor notoriedad al concurso de mostos que se celebra en fechas navideñas.