Treinta días tiene la alcaldesa para convocar el primer pleno decisorio del nuevo mandato municipal: la denominada políticamente sesión de organización. El plazo finaliza a mediados del mes de julio.En este sesión, tal y como marca la normativa, debe decidirse aspectos tales como la periodicidad de las sesiones plenarias, el reparto de miembros de las comisiones y otros asuntos que suelen levantar cierta polvareda como los salarios de los concejales.

Transcurrida una semana desde la constitución de las nuevas corporaciones, no solo no hay fecha para esta primera sesión sino que, ni siquiera, se han producido los primeros contactos entre los grupos ya que el PSOE necesita del apoyo de parte de la oposición para sacar adelante la propuesta que haga.

En esta primera semana de mandato no se ha producido contacto alguno, tal y como afirman desde varios grupos municipales. No obstante, esta ausencia de encuentros tiene cierta lógica puesto que fue el pasado martes cuando se dio a conocer el reparto de delegaciones entre los miembros del gobierno y estos primeros días están sirviendo para que los concejales del ejecutivo que han cambiado de área o se hayan incorporado a la corporación vayan conociendo sus respectivas delegaciones.

Este medio preguntó a la regidora sobre sus planes en este sentido pero no obtuvo respuesta. En cambio, varios grupos de la oposición confirmaron a este periódico que aún no han recibido la llamada para sentarse a negociar.

A día de hoy, el único acuerdo existente es el que se cerró la mañana antes de la sesión de investidura entre PSOE y Ganemos que garantiza a la agrupación de electores los mismos “derechos” que otros partidos —es decir, un liberado, una secretaria de grupo y una asignación económica mensual—, además de contar con representación en todos los consejos de administración de las empresas municipales.

Sueldos de los concejales

La alcaldesa ya dejó entrever a principios de semana su intención de plantear una subida salarial para los concejales. El argumento esgrimido por la regidora es que en 2015 los grupos acordaron una reducción de las retribuciones del “20%” —la disminución osciló entre el 12 y el 23% en función del cargo— en unos momentos complicados para la economía municipal. Ahora, alega es que la situación financiera municipal es otra, mucho mejor a su entender, por lo que entiende que cabe un incremento.

De hecho Sánchez llegó a decir el pasado lunes que había crédito presupuestario para la adopción de esta medida a pesar de que el coste del nuevo ejecutivo puede ser superior al del pasado mandato, aunque aún está por saber si, por ejemplo, las ediles Carmen Collado e Isabel Gallardo, que también serán diputadas, cobrarán por Diputación o por el Ayuntamiento.

Asimismo, debe concretarse si los 10 concejales del gobierno tendrán dedicación exclusiva o parcial. La alcaldesa no lo ha aclarado pero todo apunta a que estarán a jornada completa al frente de sus respectivas delegaciones.

Por el momento, el ejecutivo no desvela qué propuesta hará al resto de formaciones. Eso sí, es previsible que se mantenga la misma ‘estructura’ con retribuciones para la alcaldesa, los delegados del gobierno y para un edil de cada uno del resto de partidos con representación municipal (los llamados concejales ‘liberados’). El resto de ediles no percibe salario ni dietas por la asistencia a plenos o comisiones.

La ley establece un sueldo máximo para los representantes políticos de municipios como Jerez del 80% del salario de un secretario de Estado. El tope está en los 84.904 euros, una cuantía en la que están incluidas todos los conceptos retributivos. Mamen Sánchez cobra 59.500 euros anuales desde 2015.

El número de cargos de confianza

La alcaldesa tiene potestad para elegir y nombrar mediante decreto el número de cargos de confianza (llamados oficialmente personal eventual del Ayuntamiento) que tendrá a su lado así como sus retribuciones. Sin embargo, dado que el PSOE no tiene la mayoría necesaria en el pleno, será uno de los asuntos que a buen seguro sea un elemento más de la negociación con el resto de partidos.

Hace cuatro años, el ejecutivo tuvo que ‘conformarse’ con el nombramiento de tres cargos de confianza —aunque ha tenido finalmente cinco ya que tenía la posibilidad de nombrar más a cambio de que estuvieran contratados a media jornada— ante la negativa de Ganemos a un número mayor. A su vez, cada grupo tenía derecho a contar con un trabajador eventual en la nómina del Ayuntamiento, el llamado secretario de grupo.

Ya con posterioridad, la alcaldesa tendrá que decidir si mantiene al equipo de asesores actual (conformado por cinco personas)o hace nuevos nombramientos.

Las comisiones de pleno

Estos órganos tienen su importancia ya que son el paso previo a que un asunto se eleve a pleno, de ahí la necesidad de tenerlo relativamente controlado. En el primer pleno debe determinarse también el número de miembros y la distribución entre los grupos de estos órganos.

No hay un número estipulado pero el Reglamento Orgánico Municipal establece que debe hacerse un reparto “proporcional” entre los partidos en función de sus resultados electorales. Por lo tanto, el PSOE tiene derecho a más integrantes pero, a su vez, requerirá de que le dé la suma con sus socios ‘naturales’ para evitar el bloqueo.

En el pasado mandato, el PSOE tuvo solo dos representantes más la presidencia, pero le daba la suma con los dos representantes de Ganemos y el representante de Izquierda Unida —frente a ellos estaban los cuatro del PP y el edil de Ciudadanos— .

La única premisa ya establecida en el futuro reparto es que Ganemos tendrá un representante en la comisión y que, además, seguirá presidiendo la de Auditoría y Transparencia. Incluso, abre la posibilidad a que presida otra comisión aún por decidir.

El reparto en las empresas municipales

Este es un caso similar al de las comisiones de pleno. Los grupos tienen que decidir el reparto de miembros en los consejos de administración de las empresas municipales (Cirjesa, Comujesa, Ememsa y Emuvijesa) así como de los órganos rectores de las fundaciones y otros órganos autónomos (Fundarte, Caballero Bonald, Andrés de Ribera y Centro de Acogida San José).

En ellos, durante el anterior mandato, el PSOEtuvo menos consejeros pero también se valió de los acuerdos con Ganemos e Izquierda Unida para alcanzar la mayoría en estos órganos de gobierno de las mercantiles municipales.