“Con más ganas e ilusión que nunca” regresa Sangre y Amor en la Sierra, la recreación histórica que llenará la localidad de Grazalema, entre el 30 de septiembre y el 2 de octubre, de historia, tradición, cultura, gastronomía y espectáculo. Será en resumen, como dice el alcalde de esta población gaditana, Carlos Javier García, “una experiencia total”.

La Diputación Provincial de Cádiz colabora un año más con esta iniciativa a través de una partida económica y además ha acogido el acto de presentación de la misma con la intención de difundir una celebración que vuelve después de tres años debido al obligado parón por la crisis sanitaria del COVID-19.

El alcalde de Grazalema, Carlos Javier García, se ha mostrado convencido de que en esta edición, la número 14, se volverá a conseguir la cifra de visitantes del año 2019, cuando se congregaron en el pueblo más de 15.000 personas. Para evitar problemas en la movilidad del municipio durante el fin de semana, el alcalde ha explicado que se han dispuesto una serie de bolsas de aparcamiento en diferentes lugares de la población, con unas 300 plazas habilitadas. Además, se pondrá en marcha un servicio permanente de autobuses lanzaderas que cada media hora llevarán a las personas desde estos puntos de aparcamiento al centro de la población.

Será allí, con epicentro en la plaza de Los Asomaderos, donde se ubicará el escenario principal para la representación de las 24 escenas teatrales de la recreación, en las que participarán 32 actores. Una de las novedades de este año es la recuperación de un grupo de 14 Migueletes, según ha expuesto el presidente de la Asociación de Recreación Histórica Bandoleros de Grazalema, Valentín Salguero, al que han acompañado en esta presentación algunos voluntarios y voluntarias ataviados con ropajes de la época.

Se dispondrán casi una veintena de tabernas bandoleras, donde se servirán chorizos a la brasa, migas y otros manjares típicos de la zona. También se recreará el ambiente decimonónico, habrá pasacalles y un amplio programa de actividades que permitirán “sentir, ver, oler y saborear” la Grazalema de 1832.

Sangre y Amor en la Sierra, “uno de los primeros grandes eventos del otoño en la provincia de Cádiz”, como señala Carlos García, rememora los sucesos acaecidos a partir de que el célebre bandolero José María Hinojosa ‘El Tempranillo’ bajó de su guarida para asistir al nacimiento de su primer hijo. Los soldados del Rey tuvieron conocimiento de su llegada y sostuvieron una escaramuza con El Tempranillo; el bandolero logró huir con su hijo pero su pareja, María Jerónima Francés, falleció en el parto. Días más tarde, El Tempranillo pudo bautizar a su hijo en la parroquia grazalemeña de la Encarnación.