La concejal de Urbanismo, Patricia Ybarra, ha mostrado su indignación por las críticas de Izquierda Unida al proceso de creación de un polígono industrial en las inmediaciones de Doña Blanca. IU se ha planteado incluso llevar a la Fiscalía Anticorrupción la operación de la empresa municipal Impulsa, tras descubrir que los terrenos fueron comprados por un intermediario en 2005 por 8,7 millones de euros y, el mismo día, en otra notaría, fueron vendidos por 13,5 millones a otras tres empresas. Igualmente, IU denunciaba que el Gobierno local estaba haciendo un favor a estas empresas con un convenio para convertir los suelos ahora rústicos en industrial, urbanizar la zona (por parte de Impulsa) y luego cederlos a las empresas.

Ybarra, que no ha refutado nada de lo apuntado por el parlamentario andaluz por IU, Ignacio García, se limita a acusarle de no querer contribuir al "avance de la ciudad", sin aportar alternativas. "Si el Ayuntamiento no adquiere terrenos, nunca podrá crear infraestructuras ni equipamientos", señala la portavoz del Gobierno municipal. "Llevamos años quejándonos de que anteriores equipos de Gobierno no adquirían terrenos para la ciudad y, cuando se hace, se critica y se amenaza con los tribunales", añade.

Para Ybarra, "es indignante que una operación rutinaria se intente convertir en un escándalo". De hecho, deja entrever que Caja Inmaculada (una de las empresas involucradas en el proyecto) no tenía intención de adquirir estos terrenos para desarrollarlos como suelo industrial.

Sin embargo, lo que más ha molestado a Ybarra ha sido que la formación de izquierdas critica este proyecto, mientras no dice nada sobre el plan de Zona Franca para crear otro polígono industrial justo al lado, más costoso y cuatro veces más grande que el de Impulsa. La concejal atribuye este silencio a los pactos que tiene Izquierda Unida con el PSOE en la Diputación provincial. Y es que, como apunta Ybarra, "se está obviando que la justificación de interés social es exactamente la misma que la de Zona Franca, el sistema de adquisición de los terrenos es exactamente el mismo que el de Zona Franca, la calificación actual del suelo y su afección por los planes supramunicipales son exactamente iguales".

Por tanto, la edil concluye que se trata de una operación "beneficiosa para la ciudad, perfectamente negociada, y que se verá beneficiado por las sinergias que produzca el de la Zona Franca.