Salas de espera a rebosar. Gente entrando y saliendo. Pasillos llenos de pacientes y acompañantes. Cafeterías que no paran de servir desayunos. Este sería un día normal en el hospital Puerta del Mar de Cádiz, por ejemplo, pero no fue lo que se vivió ayer en el nuevo hospital La Janda. Al contrario. Las instalaciones estaban prácticamente desiertas, con más personal que usuarios. Un edificio a estrenar, con mucha luz y unas vistas espectaculares daba la bienvenida a los pocos pacientes que tenían cita en esta jornada inaugural. Mucha ilusión y sonrisas en las caras de médicos, enfermeras y personal de administración y servicios.

Cristina López, directora del hospital La Janda, comentaba que a las 8.30 horas los especialistas recibían a los primeros pacientes. “Muchos de ellos se han ido con pruebas complementarias realizadas y otros han sido citados para la semana que viene para otras pruebas más invasivas”. De momento el centro ha abierto las consultas de Neumología, Aparato Digestivo, Medicina Interna, Cardiología, Obstetricia y control del embarazo, Rehabilitación y pruebas de imagen. “Posteriormente, esperemos que antes de las vacaciones de verano, pondremos en marcha el resto de especialidades quirúrgicas: Ginecología, Oftalmología, Otorrinolaringología, Cirugía General, Dermatología, Anestesia, Traumatología y Ortopedia. Antes de que acabe el año deberán estar funcionando las urgencias”.

Ahora mismo el centro cuenta con 45 profesionales, pero cuando esté a pleno rendimiento habrá 240 trabajadores. “La comarca se lo merecía y todos los que formamos parte de este proyecto venimos con muchísimas ganas e ilusión”.

Juan Casar, médico rehabilitador, contaba que el de ayer fue un día para "la primera toma de contacto, para ver que todo funciona correctamente y que el equipo está coordinado”. Este especialista pudo comprobar cómo “la gente viene muy ilusionada, el no tener que desplazarse es una gran ventaja, todo el mundo nos lo dice, es una alegría que el hospital ya tenga las puertas abiertas”. Desde su punto de vista este nuevo espacio, moderno, con la más alta tecnología y donde se aboga por el acto único con el paciente, ha generado buena impresión en los usuarios que “vienen con más respeto, concienciados y con la idea de que hay que cuidarlo. La población de La Janda es especialmente agradable”.

Los pocos pacientes que esperaban que los atendieran en el hospital seguían esta línea de expectación e ilusión ante el nuevo centro. Antonia Sájara, vecina de Barbate, comentaba que “me ha impresionado mucho, lo veo muy bonito. Hemos salido hace 10 minutos de casa y ya estamos aquí, la verdad es que es una ventaja la proximidad”.

Juan Manuel Fraile, que llegaba desde Conil, criticaba la lentitud con la que se ha llevado a cabo el proyecto. “Llevamos 20 años esperando el hospital, se ha atrasado demasiado por culpa de los políticos de las distintas administraciones. Al menos estos últimos han cumplido”. Este vecino cree que abrir las consultas externas era algo “que había que hacer, ya que desplazarse a Puerto Real era un fastidio”.

Por su parte Marcelo Macera, ciudadano argentino que vive en Benalup, contaba una curiosa historia y es que, según él, fue el primer paciente que habían atendido (un honor muy disputado pues hasta tres personas se lo atribuían) y su mujer fue la primera trabajadora que empezó su jornada laboral ayer en el centro. “El hospital es impresionante, tenía cita para ir a Puerto Real pero me la cambiaron y acá estoy en 15 minutos. Es una hermosura. Parece un hotel de 17 estrellas”.

Alberto Valdés, propietario de la Venta Los Olivos, explicaba que su local recibió a muchos curiosos que querían saber qué podían desayunar o comer por si volvían otro día y añadió que han pasado de dos a seis trabajadores para atender la demanda.