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La Comunidad de Regantes de Villamartín asegura que no ha usado el recurso en todo el invierno

Las parcelas de melón reducirán su producción este año para adaptarse al suministro.

Las parcelas de melón reducirán su producción este año para adaptarse al suministro. / R.A.

Pedro Luis Mozo, presidente de la Comunidad de Regantes de los Llanos de Villamartín lamenta que los comuneros de la cuenca del Guadalete apunten a su área de influencia como una de las causantes de la actual seca del acuífero de Tempul, "al que no le había faltado agua en cien años". Una carestía que asocian tanto a la sequía como al uso indiscriminado que se hace del recurso en la "zona de Villamartín para arriba", donde afirmaban se está "regando sin restricción alguna". 

Un señalamiento, indica el presidente de los regantes de Villamartín, infundado, no sólo porque las restricciones se realizan según cuenca, y el sistema pertenece igualmente al Guadalete-Barbate, sino porque durante todo el invierno, los comuneros no han hecho uso alguno el recurso. "Además de pertenecer a la misma cuenca que la mayor parte de la provincia -añade Pedro Luis Mozo-, nuestro embalse de referencia no es el de Guadalcacín, sino el de Zahara, que está prácticamente seco". El embalse de Zahara-El Gastor, de hecho, se encuentra al 7,1% de su capacidad, aunque ha aumentado 1 hm3 respecto a la semana pasada, sumando un total de 16 hm3. 

"Cuando nos dijeron que la dotación se reducía al 50% -continúa-, pero teniendo en cuenta los registros del pantano, llegamos a la conclusión de que no íbamos a regar durante los meses de invierno, y guardaríamos el excedente para cuando realmente hiciera falta, de cara a los cultivos que lo iban a necesitar en primavera y, sobre todo, pensando en el verano". 

Así, muchos cultivos de invierno en la zona -coliflor, zanahoria, brócoli- prácticamente se han abandonado esta temporada y de otros, como la cebolla o el boniato, "apenas se ha puesto nada". El tomate, que necesita mucha agua, "no se está poniendo", y las parcelas de melón se están calculando en 600 hm3 de agua por hectárea, cuando necesitan unos 1500, "así que lo que se hace es poner en uso la mitad".  

Dos de los principales cultivos de Villamartín, el olivo y el almendro, comienzan ahora a regarse ante una primavera que, según los pronósticos, invita a ser "moderadamente optimista". 

Ante la reciente medida de la Junta, que resolvió el pasado mes de febrero reducir aún más la proyección de agua para regadío, bajando hasta el 25%, Pedro Luis Mozo piensa que lo que ha podido haber en otros regantes es "falta de previsión", gastando en la confianza de que ese cincuenta por ciento iba a permanecer, "y luego lo que puede haber ahora es un conflicto entre usuarios, los que han procurado ahorrar frente a los que no". 

El pasado lunes, los regantes de la cuenca del Guadalete se reunían para pedir ayuda a la Administraciones públicas frente a la “situación dramática” que afrontaban, solicitando ayudas directas para garantizar la subsistencia de las miles de familias que viven directamente del campo. Para los responsables de las comunidades de regantes del Guadalcacín, Costa Noroeste, Monte Algaida y las márgenes derecha e izquierda del Guadalete, el sector está viviendo el tremendo impacto económico del aumento de las restricciones en la dotación de agua para el regadío en mitad de la campaña, que ha “destrozado” toda su planificación de siembras.

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