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ADIÓS A 272 AÑOS DE LA TABACALERA

Los trabajadores propondrán que Altadis no cierre hasta 2015 ó 2016

  • Aseguran que mantener la fábrica de Cádiz es más económico que trasladar a Francia el tabaco Las negociaciones en Madrid empezarán la próxima semana

Un intento a la desesperada. Un último aliento de esperanza. El clavo ardiendo al que poder agarrarse. Los trabajadores de la fábrica de Altadis en Cádiz van a intentar que el cierre anunciado el martes por la empresa integrada en el gigante tabaquero Imperial Tobacco se retrase lo máximo posible. Para ello, están ultimando un estudio que propiciaría que la planta gaditana siguiera con actividad al menos durante dos o tres años. De esta forma, el cierre podría retrasarse finales de 2015 o de 2016, según las previsiones que mantiene la plantilla.

El plan de reorganización que anunciaba el martes Altadis, con el cierre de la fábrica ubicada a la entrada de la capital el próximo 31 de diciembre. Entonces, el tabaco almacenado en los depósitos de las instalaciones de Cádiz sería trasladado a la fábrica que el grupo Imperial Tobacco tiene en Le Havre (en el norte de Francia). Y según el sistema de producción de la empresa, ese tabaco expandido que se ha venido haciendo en Cádiz (alrededor de 600 cajas de tabaco expandido de 36 kilos cada una se hacen a diario en la planta gaditana, según información de la propia Altadis) y que se envía a la fábrica de Logroño para su tratamiento.

Es aquí donde la plantilla de trabajadores ve una mejor salida a la decisión de la empresa. Entienden que a Imperial Tobacco le saldría más rentable económicamente mantener la fábrica de Cádiz que enviar a Francia un tabaco que posteriormente regresaría a España. Por ello, plantearán que la planta gaditana siga abierta únicamente con los almacenes para ir enviando tabaco a Logroño conforme vaya siendo necesario.

Actualmente, fuentes de la plantilla indican que en los depósitos de tabaco de la entrada de la ciudad se acumulan alrededor de 28.000 toneladas de tabaco expandido. Una cantidad enorme de tabaco que no se agotaría hasta que no pasen "al menos" dos o tres años, explican los propios trabajadores.

Esta es la principal línea que la plantilla de Altadis va a defender en el proceso de negociación que se abre ahora con la empresa para establecer las condiciones de las prejubilaciones, los traslados a otras fábricas o las bajas incentivadas -que son las tres posibilidades que se dan para los 76 trabajadores que forman actualmente la plantilla de Cádiz-. "Con nuestra propuesta saldríamos ganando todos, la empresa y nosotros; y creo que de alguna forma también la ciudad", indicaba ayer a este respecto el presidente del comité de trabajadores de Altadis, José Luis Marín.

La intención de la plantilla es que sí se ejecuten las sesenta prejubilaciones que tiene previstas Altadis, a lo que se uniría la finalización de contrato de los seis eventuales que se marcharán cuando cierre el cuarto turno de producción este mes. Y de ahí hasta 2015 ó 2016 sería la decena de empleados fijos que queda pendiente la que seguiría trabajando en Cádiz. Y junto a ellos, algunas de las empresas auxiliares afectadas también por el cierre de la fábrica y que de esta manera tendrían que seguir prestando su servicio durante esos dos o tres años de prórroga que plantea el comité.

Para reforzar el planteamiento que hacen los empleados, actualmente se está elaborando un estudio económico que demuestre con datos los beneficios de mantener abierta la planta de Cádiz en lugar de llevar el tabaco a Francia antes del 31 de diciembre. Y ese estudio será el que respalde el planteamiento que se defenderá ante la empresa tabaquera en Madrid.

"Va a ser difícil, porque cuando una multinacional toma una decisión así es complicado que cambie de opinión. Pero nosotros vamos a hacer todo lo posible", manifestaba ayer José Luis Marín desde la capital española, donde había acudido para iniciar el proceso de negociaciones de este plan de reorganización de Altadis.

Precisamente, hasta la próxima semana no se prevé que empiece a negociarse en Madrid las condiciones del cierre de la fábrica de Cádiz. El plan de reorganización de Altadis afecta a las áreas de marketing y ventas, a los servicios centrales de Madrid y a la planta gaditana. Y las negociaciones ayer empezaron por los afectados del área de Ventas, según explicaba el presidente del comité de Cádiz, que prevé que hasta la próxima semana no se ponga a Cádiz sobre la mesa de negociaciones.

De cara a esas reuniones con la empresa, es intención del comité que algunos representantes gaditanos, uno por cada sindicato que representa a los trabajadores (comisiones, UGT y Autonomía Obrera), estén en Madrid. Y el resto, por su parte, se quedará en Cádiz "para informar al resto de trabajadores de cuantos movimientos se vayan produciendo", explicaba ayer la representante sindical Carmen Pérez.

Con este planteamiento sobre la bocina, esa última posibilidad que defenderá el comité para evitar el cierre de Altadis este año, intentaban ayer los trabajadores sobreponerse al golpe recibido el martes por la empresa. "Estamos intentando asumir la historia. Anoche (por la madrugada de ayer) no sabíamos ni qué decir en el turno", explicaba Carmen Pérez sobre el día después del anuncio de cierre. "Es una situación muy complicada", concluía.

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